La estrella de Youtube francesa Laetitia Nadji ha acusado a la plataforma de vídeos de intentar censurar el encuentro con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. "Prometieron que podría preguntar lo que quisiera pero a medida que avanzaba la cosa, me di cuenta de que las cuestiones importantes no iban bien".
A Laetitia, de 32 años y con más de 60.000 seguidores, la popular web le brindó una oportunidad de oro: 15 minutos, cinco preguntas a uno de los líderes europeos de más alto cargo, Juncker. Así, al dirigente le llegarían las inquietudes de los jóvenes. Para preparar la entrevista, la youtuber confesó no sentirse capacitada para ello y recurrió a los propios internautas.
Al final, con el apoyo de Osons Causer, un canal dedicado a la política y a asuntos internacionales, esta videoblogger se preparó un cuestionario lleno de preguntas complejas. Entre otros, abordaba la importancia de los lobbies o el rol del antecesor de Juncker, José Manuel Barroso, ahora trabajador del banco Goldman Sachs.
También planteó la contradicción de que una persona que estuvo a cargo del ministerio de Finanzas durante 18 años de uno de los mayores paraísos fiscales, Luxemburgo, pudiera asumir la lucha contra la evasión fiscal -en referencia al pasado político del líder de la Comisión Europea-. La respuesta del dirigente fue que "se dice que los ladrones y timadores son los mejores de los servicios policiales".
La polémica surge antes de realizar el encuentro, cuando al hablar Laetitia con YouTube le sugieren que debería plantear otro tipo de preguntas como "¿qué es la felicidad?" o interesarse por la mascota del político. "Esperaban de mí preguntas suaves. El sentido de todo este evento era darle publicidad a Juncker", reflexiona esta videoblogger, que suele tratar temas ecologistas en su canal 'Le Corps. La Maison. L'Esprit'.
"No vas a enfrentarte a la Comisión Europea"
En concreto, el vídeo -grabado con cámara oculta- recoge frases como la siguiente: "Es una pregunta difícil para el señor Juncker, hablas de lobbies. De una sola vez, no vas a enfrentarte a la Comisión Europea, YouTube y toda la gente que cree en ti (...) Bueno, a no ser que no tengas intención de durar mucho en YouTube".
El empleado reitera que plantear esas cuestiones puede suponer "banderas rojas" -líneas rojas sería la expresión equivalente en español- y menciona a Natasha, una posible referencia a la portavoz de Comunicación de Juncker, Natasha Bertaud. Por parte de la Comisión Europea, sin embargo, aseguran que en 25 años Juncker nunca ha necesitado ni permitido que se intervenga en las entrevistas. Bertaud sí que matizó que las únicas líneas rojas durante el cara a cara eran la diversidad en Europa, la igualdad de género y las diferencias lingüísticas.
Google, la empresa matriz a la que pertenece YouTube, ha asegurado que no tenía intención de presionar, según recoge el medio 'Politico'. "Laetitia tenía algunas preguntas duras y antes de la entrevista nos pidió consejo sobre cómo formularlas (...) nuestro compañero le indicó que fuera respetuosa más que buscar la confrontación. Eso fue todo", indica un portavoz que no ha querido identificarse."
En una nota de prensa anterior al evento, la gigante tecnológica había asegurado que cada uno era libre de preguntar lo que quisiera y Juncker había calificado el encuentro como "una oportunidad que no se puede rechazar". No se trata de la primera vez que Youtube logra atraer a altos mandatarios a exponerse a sus espectadores. El presidente norteamericano Barak Obama se prestó a ello en enero de este año.
"Tenía dos opciones: arriesgarme a perder todo por lo que había estado trabajando hasta ahora y hacer esas preguntas o plegarme al sistema", recuerda Laetitia.
Una oferta irresistible
La joven no solo expone sus críticas en un vídeo visto por más de 332.000 personas. "Una locura ha pasado y quiero contárosla. Al día siguiente del contacto con YouTube no me sentía cómoda porque estaba segura de que sabían que les había grabado", cuenta la youtuber. "Cuando llegué a Google me sorprendí mucho porque me dijeron que tenía razón y que también estaba bien que cumpliera con las normas. En ese momento me ofrecieron el contrato de mi vida".
La oferta era para ser embajadora de YouTube durante un año y encargarse de proyectos de carácter humanitario con un cheque de 25.000 euros. "¿Lo proponen para que no dé las grabaciones, para que no hable sobre ello?, ¿o pensaron sobre ello antes?", se cuestiona Laetitia. Su decisión final: no aceptarlo.
La entrevista estuvo impulsada tanto por YouTube, la Comisión Europea y Euronews, y contó además con otros dos presentadores, además de la joven francesa. Uno de Alemania, Jonas Ems, y otro de Polonia, Lukasz Jakóbiak. "Me gustaría que YouTube se comprometa abiertamente a no amenazar, manipular e instrumentalizar a sus youtubers nunca más", concluye Laetitia.