Las imágenes son sobrecogedoras. Un grupo de ganaderos golpea en la cabeza con barras de hierro a una cerda embarazada para después rajar su vientre con un cuchillo y sacar los lechones de las entrañas mientras ésta chilla y se retuerce de dolor. Los cuchillos no eran los únicos artilugios que utilizaban para maltratar y matar de forma salvaje a estos animales. También tenían espadas. Los granjeros se divertían clavándoselas repetidas veces a los cerdos hasta que muriesen desangrados. Mientras agonizaban, les pegaban patadas, se abalanzaban sobre ellos y se grababan en vídeo.
La granja de El Escobar, en Fuente Álamo (Murcia), podría ser calificada sin lugar a error como 'la granja de los horrores'. Una especie de reducto del sadismo que fue denunciado en febrero de 2012 por la organización Igualdad Animal con un vídeo que conmovió a media España. En el mismo, un ex trabajador de la granja, Marcos Verduga, narraba las prácticas habituales que se llevaban a cabo en la finca murciana.
Por aquel entonces, la empresa ganadera proporcionaba cerdos a El Pozo. La empresa cárnica murciana se vio obligada a emitir un comunicado en el que aclaraba su relación con la granja y se desvinculaban de cualquier práctica de maltrato animal que allí se realizase.
(Las siguientes imágenes pueden herir su sensibilidad).
Este martes, cuatro años después, ha tenido lugar el juicio en el que el Ministerio Fiscal pedía un año de prisión y tres de inhabilitación para los cuatro trabajadores que durante un año maltrataron de forma "cruel" a los cerdos. Los ex empleados, entre los que se encuentra el por entonces encargado de la granja, han aceptado la pena que solicitaba la Fiscalía, pero no entrarán en la cárcel por no tener antecedentes penales, informa EFE.
"Queremos una sentencia ejemplar, que mande un mensaje muy claro: si maltratas a un animal, lo vas a pagar muy caro". Así lo afirmaba Javier Moreno, cofundador y director internacional de Igualdad Animal antes de conocerse la sentencia. La organización había lanzado una campaña en la que habían conseguido el apoyo de más de 80.000 personas y en la que solicitaban ejemplaridad. "Resulta escandaloso que, tras haber sido arrestados, y estando imputados por un delito de maltrato animal, los trabajadores siguiesen en la granja y tan solo fueran sancionados con un mes de suspensión", cuenta Moreno en el vídeo.
Tal y como señala el líder de la ONG, se trataría de la mayor condena de la historia en España por maltrato a animales de granja. El Código Penal, en su artículo 337, recoge una pena máxima de un año de cárcel. Igualdad Animal, que reclamaba con su campaña una revisión de las penas para acabar con prácticas salvajes como las de la granja murciana, ha anunciado que recurrirá la sentencia si la jueza suspende la entrada en prisión de los condenados.