Un globo cayendo sobre un cactus, un vaso precipitándose hasta el suelo o una tostada repleta de mermelada a punto de hacer cumplir una vez más la maldita Ley de Murphy. En el mundo real, lo normal sería que el globo se pinchase, que el vaso estallase y que la tostada cayese sobre el lado de la mermelada. Sin embargo, la vida -y la ficción- te da sorpresas. O eso quieren hacernos creer.
Florent Porta, un diseñador gráfico y editor de Groningen (Holanda), ha creado 'Preposterous' (absurdo o descabellado, en inglés) un corto animado en el que plantea ésta y otras situaciones. En él, recopila toda una serie de hechos y anécdotas en las que lo contrario a lo lógico puede llegar a cumplirse.
Así, bajo una música que suena a puro entretenimiento, uno asiste a un festival de lo inverosímil en el que el globo acaba haciendo estallar el cáctus, el vaso destroza el suelo y la rebanada de pan con mermelada de fresa acaba cayendo al suelo por el lado no untado. Increíble, pero cierto.
La cosa no acaba aquí: púas que se doblan y se recomponen tras ser golpeadas por un martillo, bolas de bolos que son lanzadas y se desinflan, o ventiladores que en lugar de derribar castillos de cartas acaban yéndose marcha atrás debido a la acción de sus aspas.
Absurdo, ¿verdad? Bajo toda la parafernalia audiovisual de Porta subyace un mensaje sobre la satisfacción por lo inesperado, lo sorprendente o lo casual. Curiosamente, el vídeo de este holandés sale a la luz tras 'Unsatisfying' (insatisfacción), una de las creaciones más vistas en las últimas semanas en internet y de la que dimos buena cuenta la semana pasada en este mismo periódico.
La inquietante obra creada por el estudio francés Parallel abordaba la frustración a partir de situaciones habituales que todos hemos vivido: que se quede atrapada una lata de Coca Cola en una máquina expendedora, que tu ordenador se quede a vivir para siempre en el "Downloading... 99%" o que una púa se doble a la hora de clavarla de un martillazo.
Tanto el clavo como la mermelada, curiosamente, son protagonistas en ambos cortos, aunque desde perspectivas opuestas. Dos visiones de la realidad -y la ficción- que hablan de ese abismo que separa a los optimistas de los pesimistas.