Si eres mujer de entre 25 y 35 años, seguro que tú también lo has visto. ClearBlue, una compañía dedicada a la comercialización y fabricación de pruebas de embarazo y test de ovulación, lleva años utilizando YouTube para anunciar las bondades de sus productos de manera masiva entre las féminas, tengan previsto quedarse embarazadas o no. El anuncio en el que dos bebés balbuceantes interpretan una nana o el spot con la conversación entre dos amigas sobre el futuro alumbramiento de una de ellas se han convertido en una especie de plaga que acecha a las jóvenes cada vez que pulsan el 'play' en la plataforma.
Raquel Córcoles, más conocida como 'Moderna de Pueblo', ha publicado este lunes una viñeta que resume el sentir de muchas mujeres de nuestro país. "Queridos señores de ClearBlue, ¡felicidades, lo habéis conseguido! Todas las mujeres treintañeras con Wifi tenemos incrustado en nuestro cerebro que existe vuestro test de embarazo y que además ¡te dice las semanas! Os lo juramos, nos los sabemos ya de memoria. ¿Podemos retirarlo ya? A estas alturas ya tengo muy claro que si algún día necesito un test de embarazo iré a la farmacia y cuando me pregunten cuál quiero diré: 'Cualquiera que no sea ClearBlue, por favor. Porque una cosa es anunciarse y otra es ACOSAR', se puede leer en un post en el que aparece una chica con un test de embarazo clavado en la frente. La viñeta ha sido compartido más de 1500 veces en menos de cuatro horas.
En Change.org también se ha creado una campaña en la que se pide a la compañía que deje de "acosar" a "las mujeres independientes que tomamos nuestras decisiones de manera consciente e informada". "Llegado a este punto, y con respecto a Clearblue, ya tenemos la toda información necesaria sobre su producto estrella, y ya tomaremos nuestras decisiones de compra cuando consideremos, pero basta ya de bombardearnos", reza la petición que acaba de nacer.
El sentir de muchas usuarias de Twitter es similar, y desde la plataforma de microblogging se llama incluso al boicot.
Qué he hecho yo para merecer esto
Básicamente, ser usuaria de internet, tener una cuenta en Gmail, un canal en YouTube o simplemente haber visitado alguna de estas plataformas. Todas ellas opciones bastante habituales hoy en día. "El cliente en cuestión –en este caso, Clearblue– puede haber optado por una campaña de remarketing: segmentar listas por sexo, edad o temática, por ejemplo, de tal manera que si un usuario visita su canal, ve un vídeo, indica que le gusta, comentan o comparten uno de sus vídeos o simplemente ven completo el spot, sus datos (digamos, la dirección del usuario) se queda guardado en esa lista de tal manera que pueden volver a impactar sobre esas personas”, explica a EL ESPAÑOL Ana Durán, consultora en marketing digital.
No nos sorprende. A menudo ocurre que hemos visitado un 'ecommerce' o una web y, por decirlo de alguna manera, sus anuncios nos persiguen allá donde naveguemos en la red de redes. Pero, ¿realmente nos están persiguiendo? "También existe la opción de que los anuncios de esta marca resulten repetitivos porque no hayan hecho una segmentación del todo exacta o no tengan limitado el número de repeticiones. Están impactando a treintañeras a nivel genérico sin tener en cuenta otros factores como si realmente les interesa un mínimo su producto", continúa la experta.
Existe la opción de que los anuncios de esta marca resulten repetitivos porque no hayan hecho una segmentación del todo exacta o no tengan limitado el número de repeticiones
Un momento, ¿pero cómo saben que soy o no una mujer de 30 años con o sin idea de quedarme en estado? Las marcas que se anuncian en YouTube tienen dos formas conocer a quién se están dirigiendo: bien por la información que damos al crearnos una cuenta en Google o por nuestro patrón de comportamiento cuando visitamos cualquier sitio de la red del gran buscador. Siguiendo cualquiera de estos dos caminos pueden saber que eres una mujer de 30 años socialmente clasificada como 'en edad de quedarte embarazada'.
Tal y como explica Durán, probablemente se trate de una segmentación normal y corriente en la que se han establecido como prioritarios los rangos de edad y estado parental. O lo que es lo mismo, van a por mujeres de unos treinta años sin hijos. Lo que puede haber ocurrido para que las usuarias reciban tal cantidad de impactos es que la marca no haya establecido el mínimo de veces que el anuncio le puede salir a cada persona –"si no estableces un límite de impresiones y tienes mucho presupuesto, puedes aparecer tantas veces quieras a la misma gente"– o que hayan activado una campaña de remarketing para volver a impactar a propósito sobre esas mismas usuarias.
Ambas opciones explicarían que a muchas mujeres les salga la publicidad de Clearblue constantemente y a todas horas cuando visitan YouTube. Un poco de pasta basta, que diría aquel eslogan de detergentes.