En los tiempos que corren, que te roben el móvil es toda una faena. En ese caro aparato se encuentra toda nuestra vida: fotos, vídeos, contactos, correos electrónicos, conversaciones privadas… Todo. ¿Qué clase de persona es la que roba un teléfono? Esa fue la pregunta que Anthony van der Meer, un joven estudiante de cine holandés, se hizo el día que alguien decidió birlarle el suyo. 'Find my phone' es la respuesta a esta pregunta, un documental de 20 minutos de duración en el que el joven, a modo de venganza, graba la vida del ladrón desde el 'smarphone' robado.
Para llevar a cabo esta aventura, el joven compró un segundo terminal e instaló en él Cerberus, una app que registra todos sus movimientos y permite a su dueño saber desde un ordenador en qué lugar se sitúa, realizar fotos o grabar conversaciones -siempre cuando esté conectado a internet-.
Tras provocar su robo en las calles de Ámsterdam, Van der Meer comenzó una exhaustiva investigación sobre su atracador, un egipcio de unos 45 años y pelo corto al que consiguió identificar gracias a una foto tomada de forma remota. Así, durante algo más de una semana, el joven se dedicó a vigilar las rutinas del ladrón: cuáles eran los recorridos más habituales que realizaba, los lugares en los que permanecía un mayor tiempo o las personas a las que telefoneaba.
Así, descubrió que su infractor se dedicaba a llamar a líneas eróticas por la noches y que mantenía contacto habitual con una extraña mujer a la que apuntó en la agenda como 'Miss Rusia', con la que pretendía acostarse. El joven llegó a seguir tan de 'cerca' los pasos del ladrón que llegó incluso a sentir pena por este misterioso hombre.
"Cuantos más datos recogí del ladrón, más empatía sentía por él", explica Van der Meer en el documental. "No creía para nada que el ladrón fuese un criminal estándar. Incluso llegué a sentir lástima por él. Durante el día salía por las calles de Ámsterdam. Durante la noche dormía en un refugio para personas sin hogar y a veces en casa de un amigo. Pensaba que era un hombre triste y solitario", cuenta.
Tras unos días sin que el móvil diese señales de vida, Van der Meer decidió acudir a Ámsterdam para encontrarse con su ladrón. Sin embargo, nada de lo que había imaginado se correspondía con la realidad. "Justo cuando estaba montando la cámara, dos hombres salieron de la casa […] Frente a mí había una persona totalmente distinta a la que había imaginado. No quedaba nada del hombre triste y amable que creía conocer […] La actitud agresiva y el olor de hachís que lo rodeaba me lo dejó claro".
Van der Meer decidió huir entonces. Lo que pasó con el teléfono después es toda una incógnita. Días después, la tarjeta SIM fue retirada. Sin embargo, cada vez que el teléfono vuelve a conectarse a internet, la historia continúa. El documental, que fue subido a YouTube hace sólo cinco días ha causado sensación en la red, y en menos de una semana ha conseguido más de dos millones y medio de reproducciones.
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