Dice el refrán que la lotería es el impuesto que le cobra la superstición a la estadística. Según los datos de Loterías del Estado, los décimos terminados en 13 tienen una demanda tan grande que se agotan antes incluso de que empiecen las colas frente a las administraciones. Los compradores los adquieren online con meses de antelación pese a que nunca, en sus más de 200 años de historia, el Gordo de la Lotería de Navidad ha caído en esa cifra mágica. Hasta hoy, cuando el 66.513 ha conjurado por fin la maldición.
Efectivamente, nunca antes el primer premio había caído en un número terminado en 13; cifra de mala o buena suerte para algunos, su atractivo cabalístico los ha convertido año tras año en los boletos más codiciados, de la misma manera en la que se venden mejor los números que coinciden con las fechas de acontecimientos destacados del año, incluso cuando se tratan de tragedias. Contra las creencias, la dura matemática: el 09, 10, 21, 25, 31, 34, 41, 42, 43, 51, 54, 59, 67, 78 y 82 persisten como las terminaciones a las que el Gordo no ha agraciado jamás.
Mucho más afortunadas son las terminaciones en 85, que han caído en siete ocasiones (1841, 1858, 1867, 1868, 1900, 1915, y 2005); en 57, que ha caído seis veces (1820, 1846, 1871, 1878, 1881 y 1932); en 75, en cinco ocasiones (1825, 1835, 1843, 1869 y 1962); en 64, también cinco veces (1821, 1948, 1961, 1976 y 1987) y en 95, en cuatro ocasiones (1886, 1994, 1995 y 2001).
El 66.513, Gordo de la Lotería de Navidad 2016 está premiado con 4.000.000 euros a la serie y 400.000 el décimo, y ha caído de forma íntegra en Madrid, en el Paseo de la Esperanza, en Acacias. Nicol Valenzuela y Lorena Stefan, las niñas que ya dieron El Gordo el año pasado, han cantado el premio más esperado.
"Para mi, el trece es mi número de la suerte. A mí siempre me ha ido bien con él. Y se canta así: "¡Trecemiltrescieeeeentostreeeeceee! ¡Quince millooooneeeees de peeeeseeetaas!". Quien hablaba así hace apenas 24 horas con EL ESPAÑOL es Blas Cabello Cespedosa, el niño de San Ildefonso que en 1936 se quedó sin poder cantar el Gordo por la Guerra Civil. A sus 90 años, su fe inquebrantable en el número 13 se ha hecho finalmente realidad. Desgraciadamente, "este año no llevaba".