El feroz integrismo gastronómico de los tuiteros patrios está convirtiendo a la cocina española en uno de los temas más controvertidos para abordar en redes sociales. Las celebridades anglosajonas que quieran regalarse las papilas gustativas con nuestra tradición culinaria corren el riesgo convertir en un polvorín sus instintos instagrameros de fotografiar sus recetas si no han seguido la ortodoxia a la hora de preparar un plato de arroz que ingenuamente presentan al mundo como "paella".
Cuando todavía resuenan los ecos de la polémica provocada por la paella a la que el chef británico Jamie Oliver se atrevió a incorporar chorizo, un nuevo paellagate se desata desde Hollywood por Navidad. Rob Schneider, "secundario de lujo" de las películas de Adam Sandler como 50 primeras citas u Os declaro marido y marido, y con el personaje del gigoló Deuce Bigalow en su haber, tuvo la audacia de presentar un plato a rebosar de colas de langosta en una cuestionable bandeja de vidrio. La controversia levantada no está lejos del surrealismo propio de sus filmes.
Este drama navideño se ha larvado sin embargo en varios actos. "¡El partido y yo estamos haciendo paella para la víspera de Navidad! Tome una foto y vamos a Skype con su familia! [sic]" - chapurreaba el actor en un mensaje en Twitter horas antes de Nochebuena. Schneider está casado con la productora mexicana Patricia Azarcoya Arce, y el partido al que hace referencia es la final de la Liga Bancomer de México, en la que jugaba el Club Tigres del que el matrimonio es forofo.
La idea de cenar paella era una forma de homenajear al club latino y Schneider buscaba la complicidad hispana: "Muestranos una foto de tu Cena de Navidad. El que tome la mejor foto hace Skype con nosotros para desearnos Feliz Navidad mutuamente!! [sic]". Una tuitera barcelonesa entró en una conversación con el actor en la que pudo larvarse el desastre: comprobando que Schneider salivaba con su fotografía de una paella genuina, le remitió un hermoso plato de arroz con cangrejo sin entrar a especificar que aquello entraba en la nomenclatura de "arroz caldoso".
Horas después de haber subido la fotografía de su plato y de celebrar la victoria de los tigres, Schneider descubría que era tendencia en Sevilla. "Es el mejor regalo de Navidad", comentaba con humor. Por la aleatoriedad de Twitter el nombre del actor había destacado entre los temas de conversación de los tuiteros en activo desde la capital hispalense, lo que le llevó a deducir que las críticas le llovían desde el mismo punto de España.
Por lo tanto Schneider se decidió a ofrecer disculpas con un chiste: "A todo el mundo en Sevilla que se sintió insultado por mi paella: no pretendía usar langostas, treparon en la cazuela ellas mismas". A guisa de reconciliación aportaba una fotografía de su celebración navideña con su hija Miranda en primer plano. El actor estadounidense no podía sospechar hasta qué punto empeoraba las cosas al considerar a los andaluces guardianes de las esencias de la paella por delante de los valencianos.
A echar leña al fuego han contribuido desde innumerables tuiteros de a pie al amiguete de Rob Schneider, el también actor Santiago Segura, haciendo buen uso del emoji paella. Pero la mayor reprimenda le ha venido de una de las principales figuras internacionales de la cocina española, el chef José Andrés, que se ha mostrado implacable.
"La paella es de Valencia. Has desatado la caja de los truenos (...) Te pueden poner esposas si viajas a Valencia" - regañaba burlón el cocinero en sus mensajes. "Tan sólo di que has cocinado un 'arroz californiano con langosta'. Te puedo dar una clase virtual ahora mismo, ¿Te interesa?". A sus seguidores hispanohablantes, José Andrés recomendaba "cordialidad" con el "amateur que lo intenta" para que la cocina española se gane "el cariño del mundo gastronómico".