Este no es anuncio del montón. No hemos traído a un famoso pagado o a un ignoto experto en bata blanca. Tienes ante ti a la persona más inteligente de España. Alguien con un cociente intelectual de 220. 26 licenciaturas a sus espaldas. Que a los 14 años era ayudante de un premio Nobel en Harvard. Y es ella quien te recomienda nuestro producto. ¿Quien se resistiría a un pitch de marketing de este calibre? Bajo esta premisa, Marta Eugenia Rodríguez de la Torre disfrutó de la atención de los medios durante décadas e hizo negocio. Lo ha vuelto a hacer recientemente pese a que el castillo de naipes de sus mentiras se derrumbó hace años.
La campaña de Carrefour #LogicaAplastante, destinada a convencer sobre las virtudes de usar la tarjeta de crédito de la cadena de supermercados de origen francés, ha desaparecido en las últimas horas de las redes sociales y Youtube. La protagonizaba María Eugenia: cuando el periodista Antonio Martínez Ron tuvo conocimiento del vídeo, no pudo evitar una sensación de familiaridad. Junto a su compañera Laura Albor ya se había encargado de desmontar el mito de la "mujer más inteligente de España" en 2012; la había popularizado precisamente una campaña de publicidad de una marca de agua mineral la que, como ha ocurrido ahora, ya no queda ni rastro en la red.
El anuncio de Aquabona no fue lo que puso a Martínez Ron, aberron en su veterana identidad online, en alerta. "Fue un teletipo que llegó a la redacción de La Información" - cuenta a EL ESPAÑOL. En él se relataba cómo una "revolucionaria terapia española" había roto la "coraza de cristal" de dos mellizos autistas en Sevilla. La creadora de la técnica 'Babysapien' era la "leonesa Marta Eugenia Rodríguez de la Torre, investigadora con un coeficiente intelectual que supera los 210, el doble de lo normal, y con una amplia experiencia en técnicas para el desarrollo de la inteligencia". La misma "persona más inteligente de España" de los anuncios. "Y claro, se me enarcaron las cejas" - recuerda el periodista.
La crónica firmada por la agencia EFE fue duramente criticada por asociaciones de Autistas. "La redactora me confesó después que se la habían colado" - revela. Para cuando Martínez Ron y Albor visitaron a Marta Eugenia en su despacho de la calle Ferraz, se la encontraron a la defensiva. Empuñaba un recorte de 1994 de la edición aragonesa del diario ABC. En él se hablaba de una escolar que afirmaba poder "desbancar la teoría de la relatividad de Einstein". Los periodistas descubrirían con estupor que aquella era la única prueba de su C.I. presuntamente prodigioso, ya que jamás se había sometido a test alguno.
Marta Eugenia estaba acompañada por su socia en la terapia 'Babysapien', una psicóloga que también era la responsable de diagnosticar la portentosa inteligencia de su amiga. "Habían llegado a la conclusión de que, si ella había desbancado a Einstein, y él tenía un cociente de 160, el suyo debía de ser mucho mayor". La entrevista quedó recogida en un vídeo memorable, que posteriormente serviría como prueba. "¿Eres la mujer más inteligente de España?" - pregunta Martínez Ron a bocajarro. "¡Por supuesto que no!" - responde ella.
No, ella nunca había afirmado aquello. "Pero en la última publicidad de Carrefour, cuando la señalan como la persona más inteligente de España, ella levanta el dedo" - señala el periodista. No, nunca había pretendido tener 26 carreras, pese a los diplomas dudosos que jalonaban su despacho. Había estudiado en León y no en Harvard junto al Nobel Francis Crick, que pronunciaba como 'Crerck'. Todos los detalles de su fantasioso currículum, afirmaba Marta Eugenia, habían sido inventados por "una conspiración mediática", precisamente a los que había atraído con su fabuloso relato.
A raíz de la publicación de los reportajes en La Información, Marta Eugenia Rodríguez de la Torre interpuso una demanda ante la FAPE por vulneración del código deontológico. La perdió: la comisión de arbitraje, quejas y deontología consideró que la propia interesada había difundido con documentos creados por ella misma las afirmaciones que quedaban desmentidas en la historia. Y ahí parecía haber quedado todo. Así fue, durante años.
El regreso de la "más inteligente"
Martínez Ron se vio obligado a desempolvar los reportajes sobre Marta Eugenia el pasado sábado en su blog Fogonazos lamentando que nadie en Carrefour hubiera hecho como mínimo una búsqueda en Google sobre la identidad de la persona que iba a protagonizar su campaña. Desde la cadena de supermercados indican a EL ESPAÑOL que han tomado nota. "La única finalidad a la hora de utilizar a esta persona ha sido como recurso publicitario pero, no obstante, Carrefour analizará y estudiará la información recibida estos días".
La campaña, explican, empezó el pasado 4 de febrero y tenía como fecha de caducidad natural el domingo 12. Sin embargo, como han podido comprobar aberron y el resto de internautas que se sumaron a la denuncia, la campaña no ha sido simplemente retirada, sino que ha sido borrada de la red. Los vídeos pasaron a 'privado' en el canal de Youtube de la empresa el lunes y posteriormente fueron eliminados. Incluso los tuits de la cuenta oficial que promocionaban la campaña han desaparecido.
"Yo no voy contra Carrefour. Si efectivamente han rectificado, me gustaría saberlo para felicitarles" - asegura Martínez Ron "Por los padres de los niños autistas a los que ha intentado estafar. Y para hacernos reflexionar". El divulgador, al que pudimos ver junto a Ángel Martín en el programa Órbita Laika de La 2 y al que podemos escuchar en el Podcast Catástrofe Ultravioleta junto a Javier Peláez, recuerda otros casos de falsarios al descubierto, como el de Benito Muro, creador de una presunta bombilla eterna. "Cualquiera con una buena historia tiene la vida asegurada si nadie le pone freno" - lamenta.
El periodista saca a colación un fenómeno al que dedicó un artículo en Vozpópuli y que puso de manifiesto la humillación a la que fue sometido el bioquímico José Miguel Mulet en el programa de Risto Mejide cuando Mercedes Milá, molesta por su refutación de la 'enzima prodigiosa', le llamó "gordo". "Es un problema de cultura científica. A un público mejor informado no se le engaña tan fácilmente. A alguien con nociones le chirría oír hablar de un C.I. de 220. Con todo, entre todos levantamos el listón. Antes Uri Geller iba a la televisión a doblar cucharas, ahora gracias a las redes sociales nos podemos movilizar".