Son muchas, muy diversas -y a menudo polémicas- las campañas publicitarias que las marcas de alta costura emprenden para promocionar sus colecciones de ropa. En ellas, la frivolidad y la provocación son algunas de las herramientas más utilizadas para adquirir notoriedad. De hecho, un gran número de firmas textiles han acabado desatando la polémica tras lanzar campañas en las que se promovía la delgadez extrema, resultaban machistas, xenófobas, sexistas o incluso se banalizaba la violación.
La última que ha conseguido que muchos se hayan llevado las manos a la cabeza ha sido Eckhaus Latta. La firma encabezada por los diseñadores Mike Eckhaus y Zoe Latta ha querido presentar su última colección de ropa con una sesión de fotos en la que los modelos tuvieron que mantener sexo real. La marca ha retratado a parejas gais, heterosexuales y de distintas razas realizando todo tipo de prácticas sexuales y en las más variopintas posturas. Eso sí, los modelos llevan la ropa -poca ropa- de la colección Primavera/Verano 2017 de la marca y se han pixelado los genitales.
Tras la sesión fotográfica se encuentra la coreana Heji Shin. La artista ha trabajado para distintos proyectos entre los que destacan los libros de educación sexual o los retratos cinematográficos, ahondando con sus retratos en temas como el deseo o la violencia. Así, para esta sesión, Shin estuvo dándole vueltas a cómo utilizar la sexualidad pero decidió optar por el pragmatismo. "Estuvimos pensando en cómo íbamos a utilizar la sexualidad, la relación entre la publicidad de moda y la sexualidad, y en el concepto de cómo el sexo vende. Al final, me decidí por imágenes positivas en cuanto al sexo y a los cuerpos", explica la artista en una entrevista a 'W'.
Según el propio Mike Eckhaus, ellos mismos consideraron que "tenía que ser auténtico". "La idea de simulación nunca se pasó por mi mente", cuenta el diseñador. Éste es el resultado.
Las fotografías se realizaron en casa de los propios modelos y ante la única mirada de Heji Shin que, cámara en mano, pulsaba el disparador mientras las parejas practicaban sexo.
"Para nosotros era muy importante pensar en el sexo como algo natural y no como algo fabricado, hipersexualizado o como un tema tabú", señala Eckhaus. "Realmente hemos querido jugar con los principios alrededor de la publicidad, pero tenía que ser con personas reales y de verdad. Si lo hubiésemos simulado, se habría perdido toda la intención tras disparar".
No es ésta la primera vez que traspasa los límites de lo políticamente correcto. Ya en 2015 llevaron a cabo una campaña para una de sus colecciones en las que tapaban un pene con salmón.
De esta forma, la firma textil que defiende el género fluido vuelve a alinearse con la defensa de los derechos del colectivo LGTB y a romper con los estereotipos más clasistas que siguen anclados en la sociedad actual. Porque tal y como asegura Zoe Latta, "no sabemos si el sexo vende, pero definitivamente genera algo pegajoso".