No hay termino medio. El picante se ama o se odia. Pero si eres de los primeros, estás de enhorabuena. Un estudio ha revelado que comer picante puede llegar a prolongar la vida. Como lo leen. Llevarse una guindilla a la garganta o elegir aquellos platos que contienen chile rojo entre sus aditivos, por ejemplo, te hará vivir más tiempo que el resto de los mortales.
Estas son las conclusiones que se extraen de un estudio realizado por el Larner College of Medicine de la Universidad de Vermont (Estados Unidos), que ha sido publicado por la revista científica PLoS ONE. El profesor Benjamin Littenberg y su equipo analizaron los hábitos de vida de más de 16.000 sujetos durante dos décadas y encontraron que aquellos que consumían guindillas rojas -norteamericanos y mexicanos sobre todo- veían cómo las posibilidades de morir por enfermedades cardiovasculares y cardíaca se reducían alrededor de un 13% frente a los que no lo hacían.
No es la primera vez que los científicos llegan a esta conclusión. De hecho, un estudio publicado por la Universidad de Pekin ya dio a entender que existía una correlación entre la longevidad y el consumo de picante allá por 2015. En este caso, analizaron los hábitos alimenticios de medio millón de chinos -487.000, para ser más concretos- durante años. Los investigadores llegaron a la conclusión de que aquellos que comían picante entre seis y siete veces por semana reducían la mortalidad un 14%.
Este nuevo estudio viene a refrendar los hallazgos de la universidad asiática. Desde hace años, se cree que el picante es beneficioso para tratar algunas dolencias. Sin embargo, ahora se ha constatado que existe una relación directa.
Aunque los investigadores se encuentran aún lejos de saber cuáles son los mecanismos que actúan y de qué manera lo hacen, lo que sí se ha podido constatar es que la capsaicina, el componente activo que hace que los pimientos piquen, es la responsable de proteger nuestro corazón. ¿Cómo? Pues según el estudio, se cree que esta sustancia "tiene un importante papel en los mecanismos celulares y moleculares, previniendo la obesidad y el flujo sanguíneo coronario".
Los investigadores de la Universidad de Vermont también constataron que los sujetos que se dan a los 'placeres' del picante suelen ser hombres jóvenes, blancos y casados. Estos sujetos son propensos a beber, fumar, consumir más verdura que carne y tenían menos colesterol que el resto que no comía guindillas rojas. Así que ya sabes, si lo que quieres es vivir 100 años, que diría Sabina, pon un poco de picante en tu vida.