A lo largo de nuestra tierna juventud fueron muchas las amenazas que nuestros padres profirieron contra nosotros para intentar meternos en vereda. Que si como no estudies te vas a quedar sin salir. Que si como llegues tarde te quedas sin vacaciones. O la peor de todas: voy a ir a hablar con tu profesor. Muy pocas llegaron a cumplirse. Al final, uno ponía cara de bueno y acabas saliéndose con la suya.
Bradley Howard es un estudiante de Secundaria de Texas que llevaba algún tiempo comportándose mal en clase de Física y había comenzado a desquiciar a su profesor. Éste había mandado a su padre varios correos electrónicos informándole de la actitud del joven. "Me gusta hablar mucho en clase, así que mi profesor había estado mandándole emails a mi padre sobre ello", explica el joven a Buzzfeed.
Ante semejante conducta, su padre Brad, que se llama igual que su efervescente vástago, decidió lanzar la amenaza definitiva: "Si recibimos otra llamada voy a aparecer en la escuela y me voy a sentar a tu lado en clase". Y no mintió.
Molli Howard, la hermana pequeña, ha publicado en su cuenta de Twitter el selfie que su padre se hizo en clase de Física con su avergonzado hijo y una conversación del chat familiar. "Papá le dijo a Brad que si recibíamos otra queja sobre su comportamiento de su profesor de Física iba a ir a sentarse en su clase con él. Recibimos una llamada ayer, así que aquí está papá esta mañana", se puede leer en el mensaje.
Según ha reconocido el joven en la publicación norteamericana, no se dio cuenta de la presencia de su padre en el aula hasta después de saludar a todos sus compañeros. Sin embargo, cuando vio que a su derecha había un alumno de una avanzada edad cuya cara le era familiar se quedó en estado de shock.
Brad, por su parte, reconoce que la experiencia de volver al instituto y rodearse de nuevo de adolescentes le puso algo nervioso. "No me había preparado mentalmente para entrar en una situación como ésta, pero creo que [sus compañeros] pasaron un buen rato. Especialmente sabiendo que Bradley fue puesto en una situación incómoda".
Después de su incursión en las aulas, el padre y el profesor de Brad confían en que el joven haya aprendido la lección y deje de hablar en clase. "No creo que vuelva a hacerlo jamás", reconoce el progenitor.