Se llama María Lorena Ramírez, tiene 22 años y el pasado 29 de abril se convirtió en una de las mejores corredoras de larga distancia de México. Originaria de la tribu indígena rarámuri o tarahumara, esta joven atleta se hizo con el primer puesto del Ultra Trail Cerro Rojo, una durísima prueba campo a través de 50 kilómetros (aquí puedes ver algunas imágenes) celebrada en Tlatlauquitepec (Puebla), con más de 500 atletas procedentes de 50 países distintos.
El éxito de esta indígena en esta prueba habría pasado más o menos desapercibido para medio mundo de no ser porque las condiciones en las que Ramírez corrió la prueba no son las habituales en el común de los mortales. Su imagen, en lo más alto del pódium de la prueba, se ha compartido más de 50.000 veces en menos de una semana desde la página de Facebook 'Que todo Tehuacán se entere'. En ella se puede ver la atípica indumentaria que la deportista utilizó para la prueba: una falda, una camiseta y una sandalias.
"Primer lugar femenil de 50 km del UltraTrail Cerro Rojo. La tarahumara Lorena Ramírez. Sin chaleco de hidratación, sin tenis, sin licras y mangas de compresión. Sin todos esos gadgets del runner de hoy. Sin andar publicando sus kilómetros en Nike. Sin Facebook. Tan sólo por necesidad ganó", se puede leer en el post junto a la imagen de la joven.
Como se aprecia en la fotografía, Ramírez recibió un premio de 6.000 pesos (alrededor de 300 euros) y una medalla después de haber estado corriendo con una falda y sus huaraches (así se denomina a este tipo de sandalias en México) durante siete horas y tres minutos. Con esta indumentario subió montañas, cruzó ríos y acabó cruzando la meta por delante del resto de competidoras, que acudieron a la cita con la indumentaria habitual que utilizan los 'runners'.
Los rarámuri son un pueblo originario de la Sierra de Tarahumara, un lugar que contiene innumerables barrancas y que se encuentra en el estado de Chihuahua. Los rarámuri, cuyo nombre significa "los de los pies alados", son un pueblo acostumbrado a correr distancias larguísimas desde muy temprana edad. Para ellos, resulta habitual correr más de 200 kilómetros sin prácticamente detenerse o hacer travesías de más de 600 kilómetros en varios días en las condiciones más rudimentarias. Así, lo que al común de los mortales podría parecerle un hito, para ellos es algo habitual, propio de su cultura y de las características intrínsecas de su pueblo.
Según explican en Verne, María Lorena y su hermano Mario, que también participó en la prueba de 30 kilómetros y quedó en décimo lugar, llegaron hasta Tlatlauquitepec gracias al apoyo que la organización dio a la familia y después de más de dos días de viaje. En su poblado, la joven y su familia no realizan ningún entrenamiento específico, sino que caminan entre 10 y 15 kilómetros diarios a través de los montes acompañando al ganado.
Sus capacidades extraordinarias sirvieron para inspirar el libro 'Nacidos para correr', en el que se narra su forma de vida por los valles más abruptos de América del Norte.