Las hay de todos los tipos y colores. Totalmente blancas, con forma de rejilla, con la bandera de tu país, con forma de balón de fútbol, y hasta de felino. Las lentes de contacto hace tiempo que dejaron de usarse exclusivamente para mejorar la vista de aquellos que tenían problemas en los ojos. Sin embargo, sólo los que han llevado alguna vez lentillas por prescripción médica saben que hay que tener un cuidado extremo para evitar infecciones.
Un nuevo estudio realizado por el Centro de Química Forense y la agencia de Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos, publicado en la revista Journal of Forensic Sciences, Analizó casi 350 lentes de contacto decorativas que se vendían en el país, muchas de ellas sin autorización ni certificado sanitario. Los resultados obtenidos son, cuando menos, inquietantes.
De las 350 lentillas, 285 se podían comprar en tiendas de novedades, salones de tatuaje o en plataformas de internet sin ningún tipo de autorización. Éstas fueron sometidas a un análisis pormenorizado para buscar bacterias como los bacillus, principales causantes de la endoftalmitis, una infección que afecta al globo ocular y que puede llegar a causar dolor, enrojecimiento y pérdida de visión.
Los resultados de esta investigación revelaron que el 27% de las marcas vendidas sin autorización sanitaria albergan bacterias nocivas para el ojo, por sólo el 3,7% de las autorizadas. De hecho, los autores del estudio sospechan que esta última cifra es inusualmente alta debido al tamaño de la muestra.
El análisis de las lentes de contrabando (falsificaciones) analizadas de 29 marcas diferentes dio unos resultados todavía peores: el 48% de las mismas estaban contaminadas. Es decir: más del 60% de las lentillas vendidas sin certificado sanitario ni autorización tenían bacterias nocivas para los ojos.
Pero, ¿y en España? ¿Podrían darse casos de infecciones oculares por el uso de este tipo de lentillas? De acuerdo con la normativa del Ministerio de Sanidad, en nuestro país todas las lentes de contacto deben estar aprobadas por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios para poder ser distribuidas en distintos centros y establecimientos. Las autoridades, de hecho, recomiendan comprar este tipo de productos sólo en establecimientos autorizados y desconfiar de gangas que podemos encontrar por internet o en bazares.
El Consejo General de Ópticos-Optometristas ha advertido en distintas ocasiones de los riesgos que conlleva el uso de lentes de contacto cosméticas. "Las lentes de contacto cosméticas son productos sanitarios de adaptación individualizada y deben cumplir los mismos requisitos y parámetros que las lentes correctoras, por lo que obligatoriamente deben ser adaptadas por un profesional óptico-optometrista en un establecimiento sanitario de óptica", avisaron en 2011.