Manu Sánchez es un humorista sevillano que ha colaborado en programas de televisión como Zapeando o el nuevo espacio de Risto Mejide. Sánchez, que tiene 32 años, lleva desde los 17 trabajando en el sector del teatro y los espectáculos. Por el camino ha creado su propia empresa y sabe, de primera mano, lo que significa ser un pequeño o mediano empresario en España.
El pasado 26 de mayo, coincidiendo con el debate por la Ley de Fomento del Emprendimiento que debatía el parlamento andaluz, Sánchez se animó a tratar el asunto en la columna de opinión con la que cierra cada jueves el espacio La Ventana de Andalucía, en la la Cadena SER. El audio, titulado Que emprenda tu padre, es un alegato contra los mensajes maquillados sobre el emprendimiento que se hacen desde las instituciones y los profesionales del coaching.
"Emprender no es bonito, emprender no es fácil y emprender no es agradable, lo bonito y agradable es conseguir resultados, y con resultados me refiero a dinero, y en eso no ayudáis mucho, porque aquí se emprende a porrazos", señala en el texto que han compartido miles de personas en las redes sociales y que estuvo varios días destacado en la portada del agregador de noticias Menéame.
"No termino de entender por qué se vende el emprendimiento como algo bueno por definición", explica a EL ESPAÑOL por teléfono Manu Sánchez. "Yo monté mi primera empresa en 2007, cuando estos términos no estaban tan de moda, pero ahora nos bombardean con eufemismos de lo que en realidad significa montar una empresa y lo hacen, además, quienes no tienen ningún gesto con los empresarios ni se ocupan de mejorar la legislación vigente para que no todo sean trabas en el proceso".
Sánchez, que también participa como ponente en jornadas de emprendimiento en las que trata de aportar una visión realista del asunto, recuerda que "cuando se habla de estas cosas solo te ponen como ejemplos a Facebook, Apple o a los chavales que montaron Twitter, pero es que esa no es la verdad a la que se enfrenta la mayoría. No todos llegamos o aspiramos a ser multinacionales ¿De qué le sirve eso al que quiere abrir una zapatería en su pueblo?".
Y luego, recuerda, está el universo de gurús del coaching que tanto daño hacen con sus mensajes: "Te dicen cosas como No dejes de perseguir tu sueño o Lo que importa es la pasión, que en la práctica eso traduce en una pérdida de todos las conquistas sociales de los trabajadores", recuerda Sánchez. "Es decir, no respetar las jornadas de ocho horas, no tener derecho a huelga o a la baja médica, sentirte culpable si tu negocio no sale adelante, etc... Y yo no creo que el sueño de nadie sea trabajar 15 horas".
Para el humorista se trata de un discurso "hipócrita" que no se corresponde con las dificultades y necesidades a las que se enfrenta un pequeño o mediano empresario. "Lo importante no es caerse sino levantarse, te dicen. ¿Pero qué me estás contando si con lo que me encuentro es con que tengo que pagar el IVA de algo que yo ni siquiera he cobrado?", reflexiona Sánchez.
Tras el éxito de su texto, el humorista ha creado un vídeoclip en el que pone música a algunas de esas máximas que expresaba en la columna: "Yo no tengo vacaciones/Yo nunca me pongo malo/Y hasta pago los impuestos de cosas que no he cobrado". Y en el estribillo el mismo lema que recogen en el hastagh con el que ha compartido el vídeo en su cuenta de Instagram: "Por no llamarme Pringado me dicen emprendedor".
"Esto no quiere decir que yo no anime a la gente a hacerse empresario", explica Sánchez. "Al contrario, entiendo perfectamente a quienes tienen una idea y pelean por sacarla adelante, pero no recomiendo hacerlo a cualquier precio, ni que se anime a la gente a emprender a empujones, y desde la precariedad, porque no encuentran otra salida a su situación laboral".
Al humorista le parece significativo que quienes más han compartido su columna sean empresarios que lo han intentado y se han quedado en el camino, o los que están ahora peleando por sus negocios. "La gente siente que se nos abandona en un mar de obstáculos y creo que por eso se identifican con esa idea de no nos animes a emprender, ayúdanos después". De hecho, recuerda, otro titular alternativo que barajó para su columna fue "Yo me maté en esa S.L".
Sánchez, que ha conseguido sacar adelante sus proyectos desde Sevilla, cree que ayudaría mucho que la sociedad cambiase la percepción que tiene de quienes montan su propias empresas. "Nos han contado que el empresario es el enemigo", recuerda el humorista. "Cuando pensamos en la figura del empresario nos imaginamos a un señor con puro, traje y fábricas en la India. Pero la amplía mayoría somos pequeños y medianos empresarios. Así que igual hay que ir buscando otra palabra que defina mejor a quienes configuramos el grueso del tejido industrial de esta país".