Los deportes físicos de contacto guardan ciertos límites en sus reglas para ese contacto. Por ejemplo, estamos acostumbrados a que en el fútbol habitual, el que vemos a diario por la tele, se vean desde zancadillas a patadas, incluso puñetazos. Pues ahora imaginad un estilo de fútbol histórico en el que no solo estuviera permitido ese tipo de violencia, sino que lo más flojo que un contrario puede propinar es un puñetazo. Bienvenidos al Calcio Storico Fiorentino.
Este deporte italiano, propio de Florencia, posee más de 500 años de antigüedad. Basado en los juegos de pelota romanos, que a su vez se inspiraban en los de la Antigua Grecia, fue en 1580 cuando se sentaron las bases de lo que se llamaría el Calcio Storico Fiorentino. El responsable de redactar las reglas fue Giovanni de Bardi, conde de Florencia. Y fue un conde porque este deporte estaba reservado a la clase alta florentina; que eran los que se batían en duelo tratando de llevar la pelota al otro lado del campo.
¿Para qué darle patadas a un balón si puedes dárselas al contrario? Sin duda es uno de los deportes actuales donde más estrés se libera; a cambio de tener más probabilidades de volver a casa sin dientes o haciendo una parada previa en el hospital. De hecho, las competiciones de Calcio Storico Fiorentino están fuertemente custodiadas tanto por personal médico como del orden. Y no es de extrañar: este deporte es una mezcla de fútbol, rugby y lucha libre; todo con un ambiente de justa medieval donde los árbitros, 8 en total, van vestidos como nobles del Renacimiento. El número de árbitros no solo va en consonancia con la violencia del deporte, también con el número de participantes de cada partido: 54 en total, 27 de cada equipo. Imaginad a este número de personas dándose de hostias con pelotas de por medio, el término "batalla campal" se queda corto. Y lo de "pelotas" no está escrito al azar: en un partido del Calcio hay más testosterona que en un ciclo de películas de gladiadores.
El Calcio Storico Fiorentino se celebra durante el mes de junio. Hay cuatro equipos: Santa Croce (azzurri o azules), Santa Maria Novella (rossi o rojos), Santo Spirito (bianchi o blancos) y San Giovanni (verdi o verdes). En total son tres partidos: dos semifinales y una final. Tratándose de un juego de pelota, por más que sea una simple excusa para quitarse el estrés a base de tortas, los equipo han de colar el balón en una especie de agujero situado en el campo contrario. Cada uno de estos "goles" equivale a dos puntos. Y si un intento de marcar no se consigue se anota medio punto al equipo rival. Todo rodeado de una casi total ausencia de faltas en las que sí que no están permitidos ni los golpes bajos ni los golpes por la espalda. Tampoco las patadas en la cabeza, cosa que no ocurre con los puñetazos.
En la final que se celebró el pasado de junio los vencedores fueron los Bianchi por 6 puntos contra los 5 de los Rossi. La final del campeonato de Calcio Storico Fiorentino se celebró con motivo de la festividad de San Giovanni, patrón de Florencia. En el partido se dieron cita más de 1 000 personas para disfrutar con la batalla de 50 minutos protagonizada por los 54 jugadores. Como podéis ver en las imágenes, el encuentro fue cualquier cosa menos amistoso. Pero el Calcio Storico Fiorentino impresiona más en vídeo: aquí tenéis un fragmento de la final de 2011 entre los azules y los blancos. Como diría Astérix, "Están locos estos romanos". O florentinos...
Si queréis más imágenes de las semifinales podéis visitar esta impresionante galería de Daily mail. Y si deseáis más información del Calcio Storico Fiorentino, con la opción de conseguir entradas para el campeonato del año que viene, no os perdáis este artículo de Visit Florence.