Dicen que el asesinato perfecto no existe... ¿o sí? Brian Kalt descubrió que, en realidad sí que existe en 2005, en un estudio en el que se apuntaba a un pequeño agujero en las particularidades legales del Parque Nacional de Yellowstone (sí, el mismo que esconde un supervolcán capaz de volar la mitad de Estados Unidos por los aires).

El parque se estableció como tal en 1872, antes de que los tres estados en los que se extiende pasaran a formar parte de la Unión. La gran mayoría de su superficie se encuentra en Wyoming, pero una parte se extiende por Montana y una pequeña franja de 80 kilómetros cuadrados se encuentra en Idaho. Y ahí es donde se encuentra el problema.

La "zona de la muerte" de Yellowstone

El distrito judicial de Wyoming es el único de todo el país que se extiende más allá de las fronteras, incluyendo las partes de Yellowstone en que pertenecen a otro estado. De esta forma, si alguien cometiera el asesinato en Idaho, se le llevaría a la localidad de Cheyenne, donde están las cortes del distrito. Sin embargo, la Constitución garantiza el derecho de ser juzgado en el estado en el que se ha cometido el crimen, así que de vuelta a Idaho.

Pero la cosa no acaba ahí. La constitución requiere que para juzgar un crimen como el asesinato se forme un jurado. Y aquí es donde la redacción de la Constitución genera el gran problema: el jurado debe estar formados por personas del estado y del distrito judicial donde se haya cometido el crimen.

En esos 80 kilómetros cuadrados de Idaho no vive nadie.

No se puede formar un jurado, eres libre. Montana podría estar sometido al mismo problema, pero unas docenas de personas sí que viven esa franja de Yellowstone, por lo que sí se podría formar un jurado.

El antecedente de Montana

De hecho, existe un antecedente que trato, sin éxito, de sacar provecho de la situación. Michael Belderrain disparó y mató, en diciembre de 2005, un alce en la zona de Yellowstone perteneciente a Montana.

El juicio, sin embargo, se celebró en Wyoming. En su defensa, en julio de 2005, reclamó ser juzgado en Montana y que el jurado perteneciese al estado y distrito judicial donde se había cometido el crimen, sabiendo que formar ese jurado sería complicado y que el caso podría ser sobreseído.

Sin embargo, el juez rechazó directamente la petición, ya que podía suponer la admisión de que realmente existe una "zona de la muerte". Belderrain podía haber recurrido, pero finalmente aceptó un acuerdo.

Una solución sencilla, pero que de momento no se ha tomado

Todo este problema, que podría ser grave de verdad si alguien decide aprovecharlo en serio, tiene una solución bastante sencilla y directa que el mismo Brian Kalt proponía en el estudio en el que descubrió el agujero legal: ajustar la jurisdicción legal de Wyoming a su estado, de forma que Idaho y Montana pasen a tener control de sus porciones del parque.

Sin embargo, las autoridades no dan una gran importancia al problema, debido a lo pequeña que es la zona y lo extremadamente baja que es su tasa de criminalidad.