Hoy es el Emoji Day, el día en el que se celebra que esta manera gráfica de comunicarnos ha conquistado nuestros ❤️. Ya sabes, los Emoji son esos dibujitos con los que te ahorras escribir un montón de palabras. En lugar de decir "te quiero" enviamos un corazón; cuando queremos expresar que nos vamos de fiesta colocamos a la flamenca; y para decir que alguien merece irse a la mierda pues enviamos directamente ese emoji. Que por cierto, la caca sonriente es un símbolo de buena suerte en Japón.
Cuánto trabajo evitan los iconos del WhatsApp y qué divertidos que son, ¿verdad? En tu aplicación de mensajería tienes una colección tan amplia de ellos que lo más seguro es que no llegues a usar ni la tercera parte. Y si miras en los emoticonos favoritos seguro que están el corazón, la cara enviando un beso, la flamenca, el emoji pensativo, la caca con ojos o la berenjena. Qué le vamos a hacer, somos débiles. ¿No dicen que una imagen vale más que mil palabras? Pues un Emoji vale casi tanto como diez WhatsApps.
Con los Emoji podría explicarse cualquier cosa, estos pictogramas son mucho más versátiles que los jeroglíficos del antiguo Egipto. De hecho se me había ocurrido escribir este post con Emoji, pero al final he desistido debido a la complejidad de entender (y de escribir) un texto con cierta extensión. Los iconos del WhatsApp van perfectos para quitarle hierro a una crítica o para declararse sin tener que rebuscar las palabras, pero no para plasmar todo un artículo con ellos. ¿Imaginas que terminan tan enquistados en nuestro lenguaje que los escritores futuros los utilizan en sus obras? "Guerra y ☮️", "💯 años de soledad", "La sombra del 💨"... No quedaría bien.
Los Emoji mataron a los emoticonos escritos con caracteres corrientes. Antes era habitual el envío de varios ":)" o "XD" en un mensaje, ahora se han sustituido por los más gráficos 😊 y 😂. Este lenguaje pictórico popularizado en los móviles japoneses de los 2000 y aceptado como estándar Unicode en 2010 significa literalmente eso en el idioma nipón: imagen (e) y carácter o letra (moji). Enviamos a diario millones de estos pictogramas, aunque técnicamente no se envían los emoji, sino un código. Es el sistema donde se representa el código el que elige el aspecto definitivo de los iconos; aunque, dado que WhatsApp y aplicaciones similares tomaron la representación de Apple, reconocemos sus Emoji como los estándar.
¿Hasta dónde pueden llegar los Emoji? Se han impuesto en la mensajería y también en las redes sociales. Incluso está a punto de estrenarse una película realizada con ellos. La locura de estos emoticonos ha superado todos los 📈, no hay nadie que no los envíe o los reconozca al instante. Teniendo en cuenta el éxito que posee WhatsApp podemos entender el alcance que de los símbolos: hasta mi madre los acabó utilizando, alterna entre el 😎 y el 😤 sin despeinarse. Antes se aprende a enviar Emoji que a saber cómo funciona el móvil, está comprobado.
No es el aniversario de su invención ni tampoco se conmemora su puesta en funcionamiento: el Emoji Day viene a colación porque el 17 de julio es el día que el emoticono de calendario tiene en los dispositivos de Apple. Es la forma más habitual de los Emoji, por lo que también es la más representativa. Así que ya sabes: cada vez que envíes hoy una flamenca estarás contribuyendo a que este lenguaje pictórico se convierta en un estándar entre los medios escritos. Por mi parte yo me quedo con este: 🎂. Que pocas personas pueden decir que nacieron en el Emoji Day...