Un mago callejero estaba realizando trucos, haciendo desaparecer bolígrafos y mecheros, emocionando a los espectadores hasta tal punto que no le constó convencer a uno de ellos que le dejase tu iPhone para hacerlo desaparecer.
En el vídeo se ve claramente el mecanismo que usa el mago para hacer desaparecer los objetos: un movimiento rápido con los dedos con el que los envía a un compinche situado detrás de él. Sin embargo, al realizar la desaparición del teléfono trata de usar otro método, y el ayudante no está atento. El teléfono acaba aparentemente en el río.
Por suerte para el chico, todo era una broma, y el teléfono estaba seguro dentro del vaso de café de otro de los espectadores, pero la cara que se le queda durante los segundos en los que cree que realmente se había quedado sin teléfono es espectacular.
Cuando la magia sale realmente mal
Aunque en este caso estaba todo preparado, en otras ocasiones el truco puede realmente salir mal con hilarantes consecuencias:
Y este último también tiene toda la pinta de estar preparado y ser una broma, pero no por ello deja de ser divertido: