Últimamente el Reino Unido está siendo más popular que de costumbre a la hora de producir noticias. Sin embargo, en lugar de ser las historias a las que las islas nos podían tener acostumbrados sobre su grandeza, honor y libertades, sus historias son de lo más comunes y normalmente tienen dos protagonistas en común: jóvenes y alcohol.
Si la semana pasada un chico de Gales decía ir a tomar algo con sus amigos y acababa en Ibiza, este fin de semana en una fiesta blanca de chicas a una de ellas se le ocurrió hacer una gracia con una babosa. Como se puede ver en el vídeo, al pobre animal lo tienen en un plato de plástico cerca de los morros de una de las chicas a punto de ser besado, imaginamos que pretendiendo imitar el cuento de la princesa y la rana.
Cuando de repente, y gracias a un certero golpe de muñeca, el invertebrado sale disparado describiendo una parábola cuasiperfecta en el aire y acaba aterrizando en la frente de una de las fiesteras. Son momentos de pánico, pero ella, con el peso de toda la historia británica sobre sus hombros, actúa de una manera tan sólo alcanzable por aquellos por cuyas venas fluye auténtica sangre anglosajona: respira profundamente, deja su bebida sobre el mármol de la cocina, busca con su mirada la ayuda de sus amigas y, al darse cuenta de que se encuentra sola ante el peligro, decide hacer lo que haría cualquiera de sus congéneres. Gritar.
El grito de Hayleigh ha sido retuiteado más de doce mil veces y ahora ya forma parte de la maravillosa historia de los memes de Twitter de julio de 2017. Un pequeño capítulo de un gran libro al que, seguramente, no hubiese entrado de cualquier otra forma.
Por cierto, si te preguntas qué le pasó a la babosa he de comunicarte que feneció. Tan solo nos queda esperar que su muerte fuese rápida e indolora. DEP.