En plena guerra fría, lograr que un producto americano penetrase en el mercado soviético era algo casi imposible. Sin embargo, el Presidente Dwight Eisenhower consideraba que sus productos podían ser un caballo de Troya que acabase propiciando su caída. La guerra no debía ser nuclear –gracias a Dios-, debía ser comercial.
Con ese fin, el 24 de julio de 1959 se organizó en Moscú la Exhibición Nacional Americana, en la que se quiso mostrar al público ruso las maravillas del capitalismo en forma de sus productos de consumo. La importancia del evento era tal que el Eisenhower envió a su entonces vicepresidente, Richard Nixon, donde se encontró con el primer ministro soviético Nikita Khrushchev.
Era un momento tenso entre ambas potencias, que unos meses después escalaría cuando la Unión Soviética derribó un avión espía U2 –el 1 de mayo de 1960- capturando al piloto Gary Powers y con la revolución cubana llevando el comunismo a las puertas de EEUU.
Pepsi, el primer producto americano vendido en la URSS
Sin embargo, este encuentro transcurrió de forma cordial y ofreció al mundo una foto histórica que acabaría con Pepsi en posesión, décadas después de la séptima flota submarina más grande del mundo. Ocurrió cuando el Director de operaciones internacionales de Pepsi, Donald M. Kendall, notó que el líder soviético se secaba el sudor de la frente y decidió ofrecerle un vaso de Pepsi fresquita. El resultado fue una campaña publicitaria fantástica para la marca.
Sin embargo, Kendall tardó 13 años en conseguir que ese momento realmente diera sus frutos, ya con Leon Brezhnev al frente de la Unión Soviética. Gracias a sus contactos en Rusia y a la ayuda gubernamental ofrecida por Nixon, logró cerrar un acuerdo según el cual el Gobierno Soviético se convertiría en distribuidor exclusivo de Pepsi en la URSS. El problema es que el rublo era casi imposible de cambiar por dólares en mercados internacionales, por lo que, a cambio Pepsi obtuvo a cambo los derechos para comercializar vodka Stolichnaya. Así, el 16 de noviembre de 1972, Pepsi se convirtió en el primer producto americano en comercializarse en EEUU.
Una flota a cambio de Pepsi
Saltamos a 1989, momento en el que expiraba el acuerdo. Con una Unión Soviética al borde del colapso, la producción de vodka no era suficiente para pagar la demanda de Pepsi. ¿Qué recibió entonces Pepsi? Pues ni más ni menos que una pequeña armada: 17 submarinos, una fragata, un destructor y un crucero.
Los navíos fueron vendidos como chatarra a través de una empresa sueca, con un valor total de 300 millones de dólares. Sin embargo, eso no evitó que durante un breve periodo de tiempo Pepsi fuese la sexta potencia militar del mundo por su flota de submarinos.
El acuerdo con la Unión Soviética podía haber sido una gran ventaja para Pepsi en su batalla contra Coca Cola. Pero el colapso del bloque comunista hizo que se convirtiera en una desventaja. Coca Cola había logrado una ventaja importante en el resto del mundo, y con la apertura a las marcas occidentales tras la caída del mundo, se hizo también con el mercado ruso.