McDonalds y Burger King son dos puntas de lanza de la comida rápida y dos símbolos de Estados Unidos, donde 50.000 millones de hamburguesas se consumen de forma anual, el 40% de los bocadillos vendidos en el país. Dos rivales, el Madrid-Barça de la hamburguesa pero ¿cuál es el más grande?
McDonalds posiblemente sea una de las historias de éxito que más enorgullece al capitalismo. En 1938, los hermanos Richard y Maurice McDonald fundaron un restaurante en San Bernardino, California. En 1940, tras darse cuenta de que a los clientes les gustaban las comidas servidas rápidas, crearon un método que aceleraba el proceso -el "Speedee Service System"-. Con la ayuda del empresario Ray Kroc, que eventualmente compraría la empresa a los hermanos, comenzarían a expandirse en 1955 y en 10 años ya contaban con 700 restaurantes.
Viendo el éxito de McDonalds, en 1953 Keith J. Kramer y Matthew Burns fundaron en Jacksonville, Florida, Insta-Burger King. En 1959 James McLamore y David R. Edgerton compraron la empresa, cambiando el nombre por Burger King. En 1967 Pillsbury adquirieron la cadena cuando ya contaba con 250 tiendas.
En números, McDonalds barre a Burger King
Si analizamos los números en frío, McDonalds supera notablemente a Burger King, como nos explican desde The Infographics Show. McDonalds tiene 36.899 restaurantes en 100 países, mientras que Burger King cuenta con "únicamente" unos 15.000 en 98 países. También le supera notablemente en empleados, 375.000 frente a 34.248. McDonalds sirve diariamente a 69 millones de personas de forma diaria, Burger King a 11.
Y los ingresos reflejan esta diferencia: McDonalds factura unos 24.000 millones de dólares anuales, frente a los 4.000 de Burger King.
Como curiosidad, McDonalds no es la cadena de comida rápida con más locales, ese honor cae en Subway, que tiene 44.717, McDonalds es la segunda y Starbucks tercera con 20.604.
Dos empresas con mala prensa
Ni McDonalds ni Burger King son empresas que tengan una imagen pública demasiado buena, por los problemas para la salud que puede acarrear el consumir de forma continua sus productos, por los bajos salarios que pagan a sus empleados y por las dudas sobre la higiene de sus locales.
Valga como ejemplo los tuits que se han viralizado en los últimos días, en el que un adolescente mostraba algunas imágenes de algunas máquinas de sus cocinas. Según parece, a raíz de estas publicaciones ha sido despedido.
Pero parece difícil que eso afecte en absoluto la máquina de hacer dinero que son ambas empresas.