La iluminación que funciona sin enchufar a la corriente y sin necesidad de pilas hace tiempo que existe. Desde linternas con dinamo a farolas que almacenan la energía fotovoltaica de día para alimentar una bombilla cuando cae la noche. Aunque la generación sostenible de energía va un paso más allá con GravityLight, un invento muy ingenioso que utiliza la fuerza de la gravedad para alimentar pequeñas lámparas; y que está sustituyendo a los candiles de queroseno en África logrando que las familias sean auto suficientes mientras evitan los enormes riesgos de convivir con una llama tóxica.
GravityLight aprovecha el mismo principio que los relojes de cuco. Utilizando un peso genera energía eléctrica gracias a una dinamo interna. Basta con colocar una piedra o un saco de arena en el interior de la bolsa, elevarla con las cadenas de la lámpara y, una vez la fuerza de la gravedad atraiga al peso, este irá generando energía conforme ejerce tensión en dirección al suelo. Un mecanismo sumamente ingenioso que permite dar luz por espacio de 20 minutos sin necesidad de un enchufe ni de combustible.
GravityLight forma parte de una fundación que está llevando su invento a zonas de África que no disponen de acceso a la energía eléctrica. Sustituye a las populares lámparas de queroseno, muy peligrosas para el interior de los hogares y con un daño colateral que afecta terriblemente a los niños: la combustión del queroseno provoca déficit de crecimiento y un aumento de la muerte neonatal. La fundación está empeñada en crear un producto sostenible, autosuficiente y económico que sea una alternativa real a las lámparas de queroseno, muy populares en países como Kenia.
¿Te has quedado con ganas de tener una GravityLight? La empresa no solo las distribuye a través de su fundación, también puedes colaborar comprando sus lámparas en tiendas como Amazon. Son una pequeña maravilla de la ingeniería y una manera muy ingeniosa de aprovechar las técnicas de iluminación actuales con la generación eléctrica a partir del movimiento. Sirven para colocar en cualquier parte en la que no haya cerca un enchufe. Y cada vez que compras una colaboras en llevar luz a zonas que a día de hoy todavía permanecen oscuras.