Las cosas andan revueltas en Corea del Norte. Kim Jong-Un nunca ha sido un casco azul, pero las cosas se han complicado especialmente desde la llegada al pueblo de otro dirigente pausado: Donald Trump. En las últimas horas hemos vivido una escalada dialéctica, primero el Presidente de EEUU se vino arriba con un discurso digno de la más enfadada Daenerys Targaryen, asegurando que respondería a amenazas norcoreanas con "un fuego y una furia nunca vistos en el mundo", a lo que los norcoreanos han contestado que bombardearán Guam. Un trash talking que podría tener gracia si fueran dos boxeadores antes de un combate, pero siendo dos potencias nucleares, la cosa da un poco de miedo.
Y en medio de todo esto está Japón. Un país que ya sabe qué es sufrir los efectos de un bombardeo nuclear, destrucción que ha quedado plasmada en su cultura -solo hay que ver cuántas veces Tokio ha sido destruida en el cine, manga y anime-. Japón lo tiene todo para ser un objetivo de Corea del Norte: está cerca, siempre ha sido aliado de EEUU y es uno de los culpables de la separación de las dos Coreas (algo que ocurrió a raíz de que invadieran la península antes de la II Guerra Mundial).
Japón, peligrosamente cercano a Corea del Norte
Como podemos ver en este gráfico, la cantidad de pruebas de misiles se ha disparado en los últimos años, ya con Kim Jong-Il y mucho más con Kim Jong Un:
Ante esta situación, algunas prefecturas japonesas han puesto en marcha ensayos de evacuaciones ante un posible ataque. La BBC nos muestra como son, "todo un signo de los tiempos, ya que no se había realizado este tipo de simulacros desde la II Guerra Mundial", explica el reportero:
Aunque no todo el mundo parece convencido. "Nos dicen que nos escondamos detrás de una pared, pero no sé si eso servirá de mucho si realmente cae un misil, me pregunto", duda uno de los ciudadanos entrevistados por la cadena británica.
Oga, a apenas 300 kilómetros de donde cayeron misiles de prueba
Oga, una ciudad al norte del país, cercana a un punto en el mar donde han caído varios de los misiles lanzados por Corea del Norte, fue de la primera en comenzar estos ensayos el pasado mes de marzo. Se trata de una población pequeña con la mayoría de la población de edad avanzada, a quienes se llevó a un colegio, una estructura sólida que les protegerá mejor que otros edificios del fuego y escombros.
Los avisos se emitieron a través megafonía de radio y televisión, además de alertas en los smartphones:
Esperemos que estos simulacros no sean necesarios, porque si finalmente Corea del Norte decide mostrar su potencia nuclear en uno de estos bombardeos no parece que esconderse tras una pared o en un colegio vaya a ser una medida de protección muy efectiva.