Unas calabazas como su cabeza de grande le acaban de dar a Justin Bieber. ¿Qué te crees, que por ser rico, famoso y guapo ya todas las chicas van a estar disponibles para ti? Pues no, chico, no. Seguro que así aprendes una bien merecida lección de humildad.
De acuerdo, tal vez haya sido un poco duro pero es que estas actitudes me sacan de mis casillas. De todos modos voy a contar la historia para que puedas sacar tus propias conclusiones.
El viernes pasado un gimnasio de la localidad de Savannah, en Georgia (EE.UU.) colgó el siguiente vídeo para promocionar un producto y sus servicios.
La chica llamó la atención de Justin Bieber que, ni corto ni perezoso, escribió un mensaje directo al gimnasio preguntando sobre ella. Las intenciones son más que claras, al menos para mí y también para la protagonista de la historia.
Pero el caso es que no es la primera vez que Justin usa Instagram para encontrar a chicas anónimas que le gustan. Hace dos años ya colgó en la red social otra fotografía de una chica que nadie sabía quién era con la intención de buscarla. Al final resultó ser una chica de 17 años que vivía en España y que no supo encajar el repentino interés en ella.
La cobra digital
Teniendo en cuenta los antecedentes del joven icono del pop mundial es difícil creer que alguien se pueda resistir: joven, atractivo, imagen de marcas de ropa interior y con una cuenta corriente con más ceros que tatuajes en su cuerpo. Pero así ha sido.
Y es que Jessica Gober, la chica por la que preguntó Justin Bieber, colgó en Twitter, apenas 24 horas después, una serie de fotografías con su actual novio dejando claro que estaba feliz y que tenía todo lo que necesitaba.
Desconocemos si el motivo de la cancelación de su gira mundial se deba a este doloroso rechazo pero no deberíamos descartarlo de buenas a primeras. Los asuntos del corazón afectan de maneras diferentes a las personas, sobre todo a los artistas.