Ya hemos pasado el debate sobre los youtubers, sobre las nuevas profesiones, sobre las palabras de moda y sobre todo eso. Hay que aceptarlos porque han venido para quedarse y cada día irán saliendo nuevos e se irán yendo viejos. Es ley de vida. Pero resulta curioso ver como uno de ellos, tal vez uno de los más polémicos, denuncia una situación de violencia machista que vivió durante el fin de semana. Y lo curioso no es que lo denuncie, sino lo que pasa después.
Pero antes de contar la historia vamos a hablar un poco de quién la cuenta. Se trata de Wismichu, un youtuber de 23 años con casi 6.000.000 de seguidores. Es popular por tener un estilo irreverente, soez y desmedido y también por dar su opinión sobre cualquier tema. Además ha cosechado varias polémicas, tanto fuera como dentro de Youtube, lo que, sin duda, le ha reportado más beneficios que perjuicio. Dicho esto, ahora ya podemos seguir adelante.
Resulta que Wismichu. después de colgar un hilo bastante largo contando toda la historia y dando su opinión, alguien a quien conoce, otro youtuber, le hace un comentario. Este comentario no es bien recibido y desemboca en una acusación y una serie de tuits que no acaban nada bien.
Lo que me llama la atención de todo esto es que no hay ningún tipo de reparo en airear este tipo de asuntos en Twitter. Señores, están hablando de violencia machista, no de cromos. Si son capaces de juzgar a otras personas y decir que lo que hicieron, o dejaron de hacer, está mal, son capaces de denunciar. Esto parece más algo de cara a la galería.
Pero esto último tan sólo es una opinión. Ahora, sin más dilación, la historia.
Hasta aquí la historia y su opinión. Ahora el salseo.