Cómo son las cosas. Si hace una semana Donald Trump era el enemigo de los demócratas ahora se ha convertido en el traidor de los republicanos y de sus seguidores. Y todo a cuenta del DACA, el decreto que permitía residir a menores de edad y darles un permiso de residencia.
De hecho, tan alta ha sido la traición, o al menos así la consideran, que muchos seguidores han tuiteado bajo el hashtag #burnmyMAGAhat (quema mi gorra MAGA) incluyendo vídeos o fotos. La cosa no se debería tomar a la ligera porque si estos votantes escogieron a Trump porque era el candidato diferente, ahora que sienten que les ha fallado puede que se tiren a los brazos del primer insensato que les diga cuatro palabras "de amor".
Todo esto tiene un claro efecto en la oposición. Y es que los votantes demócratas están aprovechando para reírse de lo lindo al ver las airadas acciones de los despechados seguidores de Trump. Algo que era totalmente impensable hace escasos días.
Por si esto fuera poco, no son pocas las voces en la derecha norteamericana que han aprovechado la ocasión para criticar al presidente. Consideran su movimiento con los demócratas algo repugnante y que tira por tierra todo el discurso que había contra ellos. Ann Coulter, una de las voces más dura de la derecha conservadora, incluso ha pedido directamente un impeachment para Trump. Por su parte, Sean Hannity, un popular presentador de un espacio marcadamente republicano, ha culpado a los republicanos de "obligar" al presidente a pactar con los demócratas. Sin duda, posturas nada habituales hasta ahora y que pueden calar hondo en la base de votantes de Donald Trump. De ser así, las consecuencias podrían ser inauditas. Vivir para ver.