Da juego, mucho juego. Comenzó a hacerlo desde el día que nació, solo con su nombre. Nadie se fijó en el Felipe, ni en el Juan. Solo en el tercer nombre, por el que es conocido desde entonces: Froilán. El primer nieto del rey emérito comenzó a apuntar maneras dando patadas a sus primas en la boda del entonces Príncipe Felipe y más tarde siguió la peineta a la prensa o el célebre tiro que se pegó en el pie.
Hace unos meses las fotos de su graduación fueron celebradas a lo loco por Twitter. Ahora el primogénito de la Infanta Elena ha alcanzado un nuevo punto de inflexión en la vida de cualquier persona: el primer día de la universidad. Lo ha hecho en el CIS The College for International Studies de Madrid, y dicen que el bar ya ha doblado los encargos a proveedores.
Y no podía hacerlo de forma normal, no. Ha tenido que hacerlo al estilo Froilán, desenfadado pero listo para armar lío en Twitter. Cualquiera diría que le gusta:
Y, evidentemente, Froilán tenía algo que decir: