Dejar a tu pareja no siempre es fácil. Te expones a soportar sus miradas de pena, lloros, súplicas de una nueva oportunidad... Si vive contigo es todavía más complicado, porque el proceso implica que uno de los dos deje el hogar. Un australiano, Michael Dennis Boulton, tuvo una idea brillante para acelerar todo este proceso: simular un robo. ¿Qué podía salir mal?
El plan parecía -en su cabeza- perfecto. Del 26 de agosto al 6 de septiembre se iría con su novia de vacaciones, momento que aprovecharía para romper con ella. Pagó 200 dólares australianos (unos 130€) a una persona desconocida para que entrase durante esos días y se llevase todas sus pertenencias.
Así, cuando volvieron de vacaciones se encontraron con que su casa había sido asaltada... pero únicamente faltaban las pertenencias de ella. Absolutamente todas: ropa, documentos de identidad, joyería el ordenador y su cargador... todo esfumado. Lo de él, en cambio estaba intacto.
Cuando llegó la policía, encontraron este peculiar escenario un poco sospechoso, por lo que cuando interrogaron a Michael, este confesó su plan. Quería a su novia fuera de su vida y quería facilitar el proceso.
Condenado a pagar cerca de 600€ a su ex-novia
El caso acabó en el juzgado. El abogado de nuestro brillante protagonista -que está en el paro y tiene dos hijos- alegó sin pruebas que su cliente había tenido problemas mentales, además de asegurar que "se había dado cuenta de que debía haber gestionado la ruptura mejor". Todo un doctor amor.
En perspectiva, el plan de Michael funcionó: la ruptura debe haber sido mucho más fácil gracias a la estupenda patada en el trasero que le debió dar su novia. Un éxito total.