De León a Andalucía: nacionalismos que no creerás que existen
En la Jungla. Si hablamos de nacionalismos resulta imposible no hacer una reseña del catalán, pero no es el único que podemos encontrar en España aparte del que se vive a nivel de Estado. ¿Qué otros territorios querrían ser independientes? Estos son algunos de los más curiosos.
15 octubre, 2017 19:12Nacionalismos, independencias, políticas llevadas al extremo de la dialéctica para conseguir que los argumentos se tuerzan hacia un lado o hacia otro, esto es lo que vivimos en España desde hace unos meses. Cataluña es el centro mediático con sus reivindicaciones; también el Gobierno Español con su forma de responder a las alegaciones del nacionalismo catalán. Este ofrece argumentos históricos, sociales y culturales para declararse independiente. Más allá de congeniar o no con estos argumentos, resulta imposible negar que Cataluña posee una identidad única.
No entraremos en polémica que ya está el resto de los medios para ello. Nosotros tomaremos el argumento rupturista de Cataluña para trasladarlo a otros territorios que, por extraño que parezca, también poseen su propio nacionalismo. No tan conocido como el catalán, el vasco o hasta el gallego, pero con sus propios argumentos históricos y culturales como para reivindicar su espacio único.
El idioma suele ser un motivo de reivindicación territorial: en Europa se hablan más de 20 idiomas oficiales; y se superan los 80 si se consideran otras lenguas no oficiales o cooficiales en sus respectivos países. Si nos fijamos en España, tenemos una lengua oficial y 4 cooficiales (con las variaciones del valenciano, balear y catalán); con varios idiomas no oficiales localizados en distintos territorios de España. No todos los nacionalismos reivindican una lengua propia, pero sí suele ser un nexo de unión.
León
León no es Castilla. El nacionalismo leonés no purga por ser independiente de España, pero sí independiente de Castilla... la Vieja. León también tenía su propio reino antes de la existencia de España y celebró las primeras Cortes Democráticas ya en 1188. Posee su propia lengua considerada un dialecto: el leonés (o asturleonés de León y de Zamora).
Cartagena
La historia de esta ciudad de Murcia camina del lado de la revolución. Autoproclamada independiente de España en 1873, la ciudad, entones Cantón, pidió ser incluida en Estados Unidos tras más de 180 días siendo independiente mientras las tropas españolas asediaban la ciudad. Ese espíritu nacionalista no se ha perdido: el denominado "cartagenerismo" persigue que España reconozca a la comarca como una autonomía.
Andalucía
El nacionalismo andaluz, y la reivindicación de Andalucía como nación independiente, quizá no sea tan conocido como otros movimientos que hacen más ruido, pero forma parte de un pensamiento político que une a la izquierda y a la derecha. Conseguida la autonomía como una vieja reivindicación del movimiento, actualmente hay segmentos nacionalistas que promueven la independencia de Andalucía y la creación de los "países andaluces".
Petilla de Aragón
Si nos fijamos en este municipio, y lo situamos en el mapa, veremos que es una especie de aldea de los irreductibles rodeada por tierras zaragozanas y que pertenece, por una deuda de Reyes, a la comunidad foral de Navarra. Varios fueron los intentos de Aragón por recuperar el territorio de Petilla, pero este se mantuvo en sus trece. Actualmente, el censo otorga al municipio menos de 40 habitantes.
Olivenza
Podríamos considerar a Olivenza como el "Gibraltar español en Portugal". Situado en la provincia de Badajoz, y plantando frontera con el país luso, Olivenza motiva desde hace siglos un conflicto velado entre España y Portugal por la titularidad de la ciudad. Los oliventinos se sienten españoles, el nacionalismo portugués pugna por hacerse con el territorio y España no está por la labor de devolver el territorio. La llamada "Cuestión de Olivenza" lleva trayendo cola desde el siglo XIX. Según declara el ayuntamiento, "Olivenza es en la actualidad una ciudad plenamente española por el sentir de sus habitantes, pero sin renunciar a la tradición lusa".
Cerro Belmonte
Este barrio de Madrid fue pionero en referéndums y también en independencia: en 1990 logró separarse de España convirtiéndose en un reino sin Rey. El nuevo país emitió moneda propia, escribió su propia Constitución, tuvo su himno y hasta bandera. El censo del referéndum era de 214 personas. Ganó el sí por 212.
El Gobierno de Cerro Belmonte derogó la Independencia tras menos de un mes y después de un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid dándoles la razón por unas expropiaciones. Dichas expropiaciones fueron la chispa que encendió el proceso secesionista.