Me ha resultado muy curioso ver en dos noticias totalmente diferentes cómo dos madres que, en principio, no se conocen de nada, usan la jeringuilla de un medicamento para niños de formas totalmente originales.
En el Reino Unido existe un marca de medicamento llamada Calpol que contiene paracetamol. Se usa para todo, desde dolores de cabeza hasta picores de garganta y está especialmente recomendado para bebés porque se puede controlar la dosis. El caso es que es un medicamento popular en el país y cualquier padre o madre puede tener uno muy cerca.
Pero claro, no todos los niños son iguales y los problemas a los que se enfrenta una madre de un bebé de 8 meses no son los mismos a los que se enfrenta una madre de una niña de 7 años. Por ejemplo, Helena Lee no era capaz de que su bebé tomase el medicamento sin armar un Cristo, normalmente tenía que intentarlo varias veces hasta que podía administrar la dosis correcta. Hasta que se le encendió la bombilla y decidió usar un pequeño truco.
"Sin lloros ni desperdiciarse ni una gota". Ese es el veredicto de la madre. El post ha llegado a compartirse más de 45.000 veces.
Paralelamente, y en otra parte de Inglaterra, Claire Bullen-Jones compartía un uso alternativo de las jeringuillas del Calpol. Resulta que ella tenido que extraer una astilla de la mano de su hija. Ante la insistencia con las pinzas y las quejas de su hija, decidió usar su creatividad y emplear la jeringuilla para succionar la astilla.
Funcionó a la perfección y el post se ha vuelto viral llegando a compartirse más de 70.000 veces en tan solo 2 días.
Dios bendiga a las madres y su originalidad.