El tema de las demandas, y en especial el de las demandas absurdas, podría dar para una enciclopedia de varios tomos, pero de los gordos. El caso es que la mayor parte de ellas se realizan en los EE.UU., ¿verdad? En parte sí, ya que son mucho menos de los que pensamos los que acaban denunciando en casos de accidentes o negligencias. Sin embargo, sí que son los más ruidosos.
Pongamos por caso uno de los casos más conocidos: el café de McDonald's caliente. Una señora fue indemnizada con 2.700.000$ por habérsele caído encima un café caliente de la popular hamburguesería. Lo que nadie cuenta es que la señora, de 81 años, sufrió quemaduras de tercer grado en el 6% de su cuerpo y que tan sólo demandó a la compañía por 20.000$ para cubrir gastos médicos. Como la demandada no quiso llegar a un acuerdo el jurado decidió seguir con el caso y, finalmente, indemnizar por los casi 3 millones.
Pero bueno, esto es solo un caso entre un millón. La figura del abogado persigue ambulancias es ampliamente popular en la cultura norteamericana e incluso hay personajes famosos en Los Simpson, Lionel Hutz, o en Breaking Bad, Saul Goodman. Y es gracias a personas como ellos que podemos hacer una lista de las demandas más absurdas de los últimos años.
Kathleen Robertson: tropiezo con su propio hijo
Demandó a una tienda de muebles por haber tropezado con un niño que andaba correteando por el local. Se le concedieron 80.000$ más gastos médicos. El niño era su hijo.
Terrence Dickson: atrapado al ir a robar
Obtuvo 500.000$ de una compañía de seguros al prosperar la demanda que había interpuesto contra los dueños de una casa en la que había entrado a robar y en la que se quedó encerrado en su garaje. Los dueños estaban de vacaciones y se pasó allí 8 días.
Jerry Williams: un mordisco merecido
A este pájaro se le concedieron 14.500$ más gastos médicos porque el perro de su vecino le mordió en el culo. El perro estaba atado y el tal Jerry había saltado la barrera y le había disparado con una escopeta de balines varias veces.
Merv Grazinski: no era el coche fantástico
Demandó a una compañía de autocaravanas porque la suya se estrelló al ir a más de 100km/h mientras se hacía un bocadillo. Ella pensaba que podía soltar el volante al activar el control de velocidad.
Benjamin Careathers: publicidad ¿engañosa?
Demandó por 13.000.000 a Red Bull porque "no le dio alas". Ganó.