Hay una grave plaga que está acechando el planeta y de la que se está hablando muy poco. Es un problema serio y que debería ser tratado de inmediato por las autoridades pertinentes. Desde aquí hago un llamamiento al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, para que tome cartas en el asunto. También quiero hacer llegar este mensaje a la ONU, la OTAN, la CIA, el FBI, la OCDE, la RAM, el GTI (el turbo y el normal) y todas y cuantas siglas y asociaciones con siglas haya en el mundo: tenemos que parar la atrapadosis.
Hasta ahora tan sólo se han dado dos casos, pero han sido en dos continentes diferentes y eso quiere decir que la transmisión ha comenzado. Además, y por si esto fuera poco, los casos se han dado en humanos y en animales por lo que podemos deducir que el virus es universal.
Pero vamos a hablar ya de lo que ha pasado.
En el Reino Unido, concretamente en West Midlands, un hombre que intentaba entrar en un local de comida rápida a través de un ventanuco ha quedado atrapado por varias horas. Su intención era la de robar la recaudación del restaurante pero tuvo que cancelar la operación debido a unas "pequeñas dificultades técnicas". La policía, al ir a rescatarlo, se lo encontró de la siguiente guisa.
Dantesco.
Paralelamente, y gracias a la asombrosa capacidad de transmisión del virus de la atrapadosis, unos agentes de la policía de Chicago se encontraron con un mapache atrapado en una alcantarilla. Como se puede ver en las fotos al animal no le hizo ni pizca de gracia.
No deberíamos tomarnos estos casos, a priori inconexos, a la ligera. Puede que sean los primeros, pero seguramente no serán los únicos. La atrapadosis ha llegado para quedarse y es algo de lo que debemos ser conscientes porque una vez que te atrapa, no hay escapatoria.