De vez en cuando Twitter se enamora de los pequeños detalles de la vida. La red social puede estar enfrascada en un debate épico sobre la independencia de Cataluña o en uno autoexistencial sobre la naturaleza de la red social con 280 caracteres. Pero en esta tormenta de mensajes siempre hay hueco para pequeños oasis de magia, como este vídeo publicado por Philip Moud, marchante de arte y uno de los creadores del programa de la BBC Fake or Fortune.
Ver como el especialista deshace el viejo barniz amarillento con un pincel tiene un punto hipnótico y mágico. A medida que se deshace, un nuevo mundo de detalles y colores parece casi brujería. El barniz se aplica para ayudar a preservar las pinturas, sin embargo con el tiempo acumula suciedad y polvo, haciendo que se pierda gran parte del detalle de los cuadros. Ver el cambio a medida que se elimina esa capa es alucinante.
Se trata de un cuadro jacobino, según explica, que ha estado acumulando suciedad en su capa de barniz durante 200 años. Basta unas pinceladas para darse cuenta del efecto que puede tener la simple suciedad en nuestra percepción de una pintura. Mould no ha especificado qué método ha usado, aunque él mismo ha publicado un artículo en el que especulan con una solución o mezcla con aguarrás.
Las imágenes dejan claro lo laborioso del proceso. Para quienes no conocen el método, además, ver cómo se aplica disolvente sobre un cuadro de cuatrocientos años añade un punto de tensión.
Estos detalles en el vestido, por ejemplo, eran imposibles de ver bajo la capa de suciedad:
El antes y el después del proceso es auténticamente impactante. Mould ha querido aclarar algunos detalles del cuadro, aunque no tiene demasiados. Era una mujer de 36 años y el cuadro fue pintado en 1618.