De bien seguro este puede que sea el sueño húmedo de miles de norteamericanos pero para este soldado surcoreano, ésto ha sido más bien una pesadilla.
Mira la cara de circunstancia del joven, ni en sus peores pesadillas podía esperar sentarse entre dos mandatarios. Es peor que sentarse entre tu suegro y tu cuñado en Nochebuena, después de haber cenado y con la segunda ronda de gintonics en marcha.
Las escenas de Donald Trump en su visita a Japón han desconcertado a Japón, sobre todo en su manera de dar de comer a las carpas. En un país donde las formas son casi más importantes que el fondo, el presidente americano, acostumbrado a hacer lo que le apetezca cómo le apetezca, es una especie de enemigo público.
De momento, y a la espera de que se vaya desarrollando su gira asiática, el presidente Trump no deja a nadie indiferente. Tal vez sí, al pobre soldado surcoreano que no sabía donde meterse mientras cenaba rodeado de cámaras y presidentes. El chaval no contaba con que iba a convertirse en un meme en su país y, seguramente, en el resuto del mundo.