Cuando Slodoban Praljak ha decidido suicidarse tras oír su sentencia a 20 años por crímenes de guerra probablemente quería tener lo que a su muy buen entender era un final digno, de guerrero, el hara-kiri del samurai, ganarse el ascenso al Valhalla. Muy así son esta gente. Probablemente lo que no esperaba es convertirse en un meme. Pero es que Twitter es así.
Si en España no pudimos ni tomarnos en serio las amenazas de Daesh, bajo ninguna circunstancia Twitter podía dejar de mofarse del suicidio de uno de los máximos responsables de una de las mayores crisis humanitarias de la Guerra de los Balcanes al organizar el sitío de Mostar, impidiendo el acceso de comboyes humanitarios.
Ha sido salir la noticia del suicidio y comenzar la lluvia de memes. Praljak debe estar removiéndose en la nevera de la morgue:
Una cosa es segura, vamos a volver a debatir lo de los límites del humor... pues nada... al lío...