El sexo con un micropene puede ser mejor, según esta sexóloga
En La Jungla. Una sexóloga está revolucionando con sus teorías las terapias de pareja. Intenta darle la vuelta a una situación con un micropene para convertirlo en una oportunidad de obtener placer a través de otros métodos.
8 diciembre, 2017 20:10La primera vez que escuché la palabra micropene fue de la boca de Boris Izaguirre. Si no recuerdo mal, en una de sus actuaciones en Crónicas Marcianas donde se bajaba los pantalones y se subía a la mesa, no en ese orden, para intentar mostrar a la cámara sus atributos. Aunque siempre era parado, justo a tiempo, por Javier Sardá.
Sin embargo, y a pesar de la normalización con la que se veía todo aquel espectáculo, Boris intentaba hacer dos cosas: dar visualización al colectivo gay, cosa que consiguió, y reírse de si mismo a través de sus genitales. Y por eso era aplaudido.
Lamentablemente no todas las personas son capaces de aceptar su cuerpo tal y como viene. En la población mundial masculina, tan solo el 0,6% tienen un micropene. Y a pesar de que el número es minúsculo, el miedo a que el tuyo propio sea uno de ellos está presente en todos nosotros.
Hay una confesión en Reddit de un chico con un micropene que confiesa su enorme miedo a tener una relación con una mujer. Esa inseguridad incluso le llevó a entrar en un edificio, subir a la azotea e intentar suicidarse. Estuvo allí arriba durante horas, pero al final no lo hizo.
La sexóloga
Elizabeth McGrath es una sexóloga que sostiene que el tamaño del pene no condiciona la calidad del sexo ni la satisfacción de la pareja. Incluso va más allá y lo ve como una oportunidad para usar otros métodos para llegar al clímax.
Según una entrevista publicada en el Daily Dot ella anima a sus pacientes a que entiendan el sexo como una actividad sin penetración. De hecho los anima a centrarse en lo que les proporciona placer y confort con ellos mismos.
"Se pueden usar otras técnicas como el sexo oral o concebir los preliminares como al más placentero", dice McGrath. Y no sólo eso, los juguetes también pueden ayudar a la pareja a pasarlo mejor, siempre y cuando ambos se sientan bien.
Así que ya sabéis, lo importante no es tener buenas cartas sino saber jugar bien con las que tienes.