La Navidad es época de reencuentros, de abrazarse fuerte. Y da igual que ese abrazo te pille en la intimidad o en la sala de llegadas del aeropuerto. Hay que darlo y punto.
Miles de personas cogen un vuelo estos días para regresar a su casa y pasar estos días con sus seres queridos. Durante el trayecto, algunos tienen tiempo de hacer un repaso mental de sus emociones y tomar conciencia del ambiente navideño.
Otros, sin embargo, puede que sufran alguna incidencia y sea la mala leche la que le gane la batalla al espíritu de la Navidad.
Una azafata de Virgin Australia, Bethany Stagg, decidió hacerles la espera más agradable a los pasajeros dedicándoles a todos ellos su propia versión de uno de los villancicos más populares: Have yourself a Merry Little Christmas.
Mientras daba las indicaciones para realizar el embarque, Stagg les obsequió con una potente y melodiosa voz que sorprendió a todos.
De hecho, el hombre que esperaba en el mostrador no pudo ocultar el cambio en su expresión facial: de normalidad a felicidad, pasando por la sonrisa y la estupefacción. Pura Navidad.