La irrupción de las aspiraciones Tabarnesas ha dado un giro de 180º a la situación política internacional, causando una cascada de reacciones. La última llega desde Corea del Norte, y es que el régimen de Kim Jong-Un ha decidido mover ficha y reconocer la República Catalana. No solo eso, sino que colaborará en su lucha contra los rebeldes secesionistas de Tabarnia con la cesión de armamento nuclear.
Experto en viajar burlando a los servicios de inteligencia, Carles Puigdemont realizó un viaje exprés desde Bruselas hasta Pyongyang, donde se reunión con el mismísimo Kim Jong-Un en la que han participado otros altos cargos del gobierno norcoreano, como el Delegado Especial del Comité de Relaciones Culturales con Países Extranjeros, el tarraconense Alejandro Cao de Benos.
El acuerdo incluye el reconocimiento de la República Catalana proclamada el pasado 27 de octubre -el primero que recibe-, pero además el país asiático también ayudará al gobierno catalán en su lucha contra la rebelión tabarnesa con la cesión de una bomba H, tal y como ha confirmado Alejandro Cao en su cuenta de Twitter:
Chun-Li, analista de política internacional del diario chino Chungking Express, ha explicado que este sorprendente movimiento se puede deber a "una clara intención de desestabilizar España, uno de los países donde más teléfonos Samsung se venden, con la intención de minar la economía de Corea del Sur".
En su retorno a Bruselas, Carles Puigdemont ha explicado de su polémico aliado que "es cierto que no hay un régimen democrático, pero la gente es feliz. Están encantados con los amados líderes, llevan sus fotografías en el coche, les dan comida por ser de allí y cuidan a sus ciudadanos".
También ha apuntado a que la química con el dirigente coreano ha sido instantánea, "nos hemos conocido y en seguida estábamos contándonos historias de peluqueros como si nos conociéramos de toda la vida". Se entendieron tanto que "le invité a ver un partido del Girona y aceptó entusiasmado", explica Puigdemont.