Un enorme pene erecto aparece y desaparece en una fachada de Nueva York
En la Jungla. No, las caras de Bélmez no han cruzado el océano. Es todo obra de una artista que normalmente dibuja vaginas, pero que le apetecía diversificar su temática.
28 diciembre, 2017 17:34¿Quién no ha cogido un bolígrafo, se ha inclinado sobre la libreta de un compañero de trabajo y, entre risas pueriles, ha dibujado un pequeño pene? Los más artistas a veces le añaden un toque de fantasía con unas alitas. Dibujar miembros viriles es una fase que suele dar en la adolescencia y que en los machos de nuestra especie dura... bueno, toda la vida.
Un ataque similar parece haber tenido el autor de el enorme mural con un pene erecto que apareció en Navidad uno de los edificios de Broome Street, en Lower Manhattan. Esta erecta pintura era obra de Carolina Falkholt, una artista sueca.
"Nunca había oído tantas risas ni había visto tantas caras felices como mientras pintaba esta pared", explicaba en su cuenta de Instagram. Si es que queremos ir de civilización avanzada, de que queremos llegar a Marte y tal, pero en el fondo somos unos simplones:
Sin embargo, la erección ha durado poco más de 48 horas. Y es que a petición del dueño del edificio la imagen ha sido tapada por una poco artística capa de pintura color crema -o beis, puede haber debate ahí-.
It's covered! @ 4:55 the provocative painting that was here before. Who put it up and who wanted it to come down @NBCNewYork pic.twitter.com/Q2h0XiOKoH
— Erica Byfield (@EricaByfield4NY) 27 de diciembre de 2017
El falo debía ser el complemento de una vagina -bastante más abstracta- que la artista había pintado en un edificio cercano. "Normalmente pinto vaginas, coños y chochos", explicó la artista a The Guardian con un lenguaje así de artístico y con una peculiar enumeración de sinónimos como si fueran algo distinto.
"Como acababa de pintar una, me pareció que era necesario pintar una polla" [disculpad el francés, son sus palabras, no las nuestras]. "El muro de Broome Street era perfecto. Parafraseando a Judith Bernstein, si una polla puede entrar en una pared, puede subir una pared". No seremos nosotros quien le quitemos la razón.