¿Quién dijo que un funeral debe ser necesariamente un momento triste? Estamos acostumbrados a que el pesar por el fallecimiento de un ser querido sea lo menos parecido a una fiesta, por lo menos en nuestro país, pero ¿por qué no decidimos tomárnoslo como una celebración de vida?
Puede que esto mismo pensasen los integrantes del cortejo fúnebre que recorría las calles de la localidad chilena de Malloco, en el área metropolitana de Santiago de Chile, a quienes las cámaras captaron haciendo algo muy poco usual para ese momento de duelo.
Les entró la sed de camino al cementerio
Los coches, en hilera y a poca velocidad, iban camino del cementerio y se pararon en seco cuando uno de ellos -imaginamos que sediento-, divisó un camión de reparto de cerveza aparcado a pocos metros.
Así que, como si se tratara de lo más normal del mundo, varios de los integrantes del desfile mortuorio bajaron de sus vehículos y le acompañaron en la tarea de hacerse con las cajas de cerveza, ante la estupefacta mirada del repartidor.
Este pobre hombre, además, acabó herido después de que los asaltantes le lanzasen varios objetos, tal y como recoge este diario chileno.
Con la mercancía en sus coches, emprendieron su huida, pero claro, su cita con el cementerio era ineludible, así que para los agentes no fue muy complicado localizarlos y detener a cinco de ellos.