Los excesos que cometemos en Fin de Año suelen ser legendarios y sus resacas, a veces, no terminan hasta bien entrado el mes de enero. Por eso, todavía en estas fechas, nos siguen llegando historias para no dormir, como la de este turista y su periplo en taxi a lo largo de tres países.
Un ciudadano noruego que estaba pasando la Nochevieja en un pueblo costero cerca de Copenhague, Nyhavn, terminó la fiesta muy lejos de donde la empezó. Cuando el sueño comenzó a apretarle solamente pensaba en dormir plácidamente en su cama, sin importarle que estuviera a 600 kilómetros de distancia.
Así que el hombre, en estado de embriaguez, tomó un taxi para llegar a su casa, en Oslo. Un trayecto que lo llevaría a atravesar tres países en unas siete horas de viaje.
Se queda dormido y hace un 'simpa'
Una vez llegado a su domicilio el hombre entró para poder pagarle al taxista las 18.000 coronas -unos 1.800 euros- de la factura, mientras el conductor esperaba en la calle.
Pero, después de un buen rato en espera y con la batería agotada, decidió llamar a la Policía, que lo contaba así en su cuenta de Twitter:
Cuando llegaron los agentes, el hombre estaba durmiendo la mona en su ansiada cama y por eso no daba señales de vida. Pero consiguieron despertarlo para que abonase la carrera.