La mente de un borracho tiene razones que la razón no conoce. El alcohol merma nuestras capacidades hasta límites insospechados y, cuando aun encima no actuamos con responsabilidad, podemos llegar a ser un auténtico peligro con patas o, en este caso, con ruedas.
La Policía francesa ha detenido a un hombre de 73 años que intentó escaparse de un control dando 17 vueltas a una rotonda en la localidad de Saint-Brieuc, en Bretaña.
Explica The Times que los agentes le dieron el alto al comprobar que estaba conduciendo el vehículo de forma irregular, pero el hombre hizo caso omiso a sus indicaciones y decidió emprender su ridícula fuga.
Así, comenzó una persecución por la ciudad que terminaría en un patético intento de desorientar a los agentes dando hasta 17 vueltas en una rotonda.
La Policía finalmente detuvo al hombre y le realizó la prueba de alcoholemia, que dio positivo. La excusa que esgrimió el conductor fue que no había oído las sirenas ni visto las luces del coche patrulla. Imaginamos entonces que tendrá la costumbre de dar la vuelta al ruedo casi una veintena de veces a menudo.
Sin carné y con multa
Después de pasar a disposición judicial, el tribunal le ha retirado el permiso de conducir y le ha impuesto una multa de 780 euros por conducir bajo los efectos del alcohol, huir del control policial y exceder el límite de velocidad.