Después de una operación, cuando todavía queda el resquicio de la 'droga dura' en nuestro cuerpo, la mente se deja llevar por todo tipo de pequeñas alucinaciones y desorientaciones mientras despertamos para el deleite de quienes nos acompañan en el hospital.
De un tiempo a esta parte ese ridículo que protagonizábamos en la intimidad es suscepctible de hacerse viral si el que está a nuestro lado no tiene la piedad o la prudencia necesarias para no colgarlo en la red.
Pero parece que esto ocurre más bien poco. Vamos a ver, de entrada es algo inquietante que te esperen móvil en mano a que despiertes para grabarte. Como mínimo, la mofa familiar la vas a tener garantizada.
Entre los más recordados está el caso del pobre David, el niño que volvía del dentista atolondrado en el coche de su padre, o el de María Casparella, que 'revivía' creyendo que los médicos le habían cortado la lengua.
“You look so hot”
Cuando el marido de Silvia Caswell despertó de su operación ella estaba a su lado, móvil en ristre, pero él no la reconoció y le soltó un “you look so hot” que podría equivaler al “estás muy buena” en castizo.
Silvia había adelgazado más de 34 kilos y le preguntó a su marido si no se acordaba de que había perdido peso, pero él estaba poniendo todos sus sentidos en intentar que ella se acostase en la cama a su lado: “Hay sitio para ti, estás tan bieeeeeeeen”, dice.
Pero la coña no acaba ahí, triste al comprobar que él no había perdido peso, contesta a su mujer que había ido al hospital para pedir sushi y, cuando ella lo contradice, el hombre no puede evitar mencionar que “los Broncos -equipo de fútbol americano de Denver-, apestan”.
El viaje de este hombre continúa de nuevo piropeando a su mujer, pidiendo sushi y, finalmente, preguntando por sus hijos en un momento de lucidez, antes de empezar a dormitar al tiempo que cantaba el tema Kryptonite de 3 Doors Down.