Paul Stenson, el propietario del hotel de Dublín que se negó a hospedar gratis a la youtuber Elle Darby, ha querido proporcionar un final redondo para la historia que tanto se ha difundido estos días y ha puesto de nuevo en el centro del debate la delgada línea entre publicidad y cara dura.
Darby, de 22 años, le había propuesto a Stenson hacer publicidad de su hotel a cambio del alojamiento gratuito. En concreto, escribió al White Moose Café explicando que trabajaba como influencer y que estaba planteándose ir a la capital irlandesa con su pareja del 8 al 12 de febrero.
“Mientras buscaba lugares para hospedarme, encontré su impresionante hotel y me encantaría enseñarlo en mis vídeos (…), para llevar clientes a su hotel y recomendarles a otras personas que hagan reservas en su establecimiento. A cambio [me gustaría disfrutar de] alojamiento gratuito”, escribía.
Stenson contestó a través de la página de Facebook del hotel a la influencer diciendo que “se necesitan pelotas para enviar un correo electrónico como ese” y preguntándole “¿quién va a pagarle al personal que cuida de ti? ¿Quién va a pagar a las camareras que limpian tu habitación? ¿A los que te sirven el desayuno? (...) Mis mejores deseos. P. D. La respuesta es no”, zanjó.
“Fue malvado”
Aunque el dueño del hotel no dio el nombre de la joven, ella sí respondió y subió un vídeo a su canal de YouTube quejándose de la actitud del hombre, defendiendo que ella se había puesto en contacto con él sin mala intención: “Soy una chica de 22 años que dirige su propio negocio desde su casa y no siento que haya hecho nada malo. No sé cual fue su intención, pero fue malvado”, dijo.
A cambio, Stenson tomó la decisión de prohibir a todos los bloggers la entrada en su hotel y su cafetería, publicando de nuevo un post en su Facebook:
“Tras las reacciones recibidas después de pedirle a una influencer no identificada que pague una habitación en nuestro hotel, tomé la decisión de vetar a todos los bloggers de nuestro hotel y cafetería".
Una factura por más de 5 millones
Ahora, el propietario del hotel ha ido más lejos y ha troleado a Darby, enviándole una factura en la que le reclama 5.289.000 euros por la publicidad que ella ha recibido a raíz de sus denuncias intercambiadas.
El documento, sin ningún tipo de validez legal al no existir contrato, contempla la existencia de 114 artículos en medios de comunicación en 20 países, que según sus cálculos podrían haber llegado a unos “450 millones de personas”.
Así que el hombre ha calculado que esa difusión tendría un coste de 4,3 millones más IVA. Además, especificó Stenson, que el pago se tendría que efectuar en euros y no en libras, y que las menciones en vídeos no están consideradas como pago.