Parece que Venecia comienza a tomar medidas contra los timos a turistas, tan denunciados en los últimos meses. El último que trascendió lo habían protagonizado la pasada semana cuatro estudiantes japoneses de la Universidad de Bologna.
El restaurante Osteria da Luca les había cobrado la friolera de 1.100 euros por cuatro filetes, pescado frito y agua mineral, tal y como recogían varios medios italianos.
La denuncia de los turistas al llegar a Bolonia mostrando el extracto de su tarjeta de crédito ante la Policía ha dado sus frutos y ahora el restaurante se enfrenta a una multa de 20.000 euros.
Cuenta con el sello de calidad
Informa La Nuova Venezia que el local no facilitó a los cuatro jóvenes la factura por su comida y esa habría sido la causa última de la pena, puesto que en la inspección del restaurante no se hallaron irregularidades.
El restaurante cuenta con el sello de calidad Venice Quality Food que otorga el Ayuntamiento y la Asociación de Establecimientos Públicos (AEPE) para valorar los lugares de calidad. Quizás sea el momento de revisar ese tipo de distinciones.