El cine se nutre de grandes historias y muchas de las que nos ocupan hoy han dado el salto a la gran pantalla. Se trata de las peripecias que algunos de los criminales más famosos han protagonizado para librarse de pasar su vida entre rejas.

Los surrealistas métodos que emplearon hacen, a veces, que acabemos por empatizar con estos personajes que se han visto obligados a agudizar su ingenio para lograr su libertad a pesar de que en muchas ocasiones, esa libertad haya durado solo unas horas.

1 Henry 'Box' Brown

Nacido en 1815 este esclavo trabajaba en las plantaciones de tabaco cuando su mujer, embarazada de su cuarto hijo, fue vendida en 1848. El hombre decidió entonces que escaparía de su cautiverio y su plan pasaba por empaquetarse y enviarse a Filadelfia.

Dicho y hecho. Contó con la ayuda de un blanco, Samuel Allen Smith, quien lo empaquetó como si fuese “productos secos” en una caja de dimensiones mínimas, forrada de tela de lana, donde cabía de milagro una botella de agua y algunas galletas. Tras 27 horas Brown llegó a su destino, donde los hombres que lo liberaron le apodaron 'Box'. Después de hizo mago escapista. No nos extraña.

2 John Dillinger

Este estadounidense fue el enemigo público número uno y su vida también se llevó al cine en varias ocasiones, la última en Enemigos Públicos, con Johnny Depp. Este criminal logró escaparse varias veces, pero quizás la más rocambolesca haya sido la fuga que protagonizó el 3 de marzo de 1934 en Lake Country.

Usó una pistola de madera para asustar a los guardias y llegar hasta la sala de armas, donde se hizo con dos ametralladoras junto a su cómplice. Robaron el coche del sheriff y tomaron a dos rehenes, con ellos conduciendo pasaron los controles y lograron escapar.

3 Airey Neave y Tony Luteyn

Fueron varios los prisioneros que se escaparon de Colditz a pesar de ser considerada la prisión más segura de la Alemania nazi. Era una fortificación medieval con más guardias que prisioneros. Uno de los escapes más audaces fue el protagonizado por estos dos hombres, un oficial británico y un teniente holandés.

Los dos salieron por la puerta principal en enero de 1942 después de haber hecho un agujero en el suelo de una habitación. Cruzaron un pasillo y entraron en el cuarto de un guardia. Allí se vistieron de militares alemanes y pasaron inadvertidos al hablar un excelente alemán. En su periplo hasta Suiza tuvieron que hacerse pasar también por obreros para no ser descubiertos.

Prisión de Colditz

4 Alfréd Wetzler

Este judío eslovaco logró escaparse del campo de exterminio nazi de Auschwitz, protagonizando una de las fugas más importantes de la historia. Lo hizo en abril de 1944, junto a su compañero Rudolf Vrba, escondidos en una pila de madera y empapados en tabaco y gasolina para evitar a los perros.

Después de cuatro noches ocultos allí, se pusieron ropa robada y emprendieron el viaje hasta la frontera polaca con Eslovaquia. Wetzler llevaba consigo un informe sobre el funcionamiento del campo, con planos y todo tipo de detalles, que facilitó la intervención de los aliados y salvó la vida de unos 120.000 judíos.

5 Frank Morris, John y Clarence Anglin: La fuga de Alcatraz

Es esta una de las fugas más épicas de la historia en un penal al que se le suponía máxima seguridad, situado en una isla frente a la costa de San Francisco. Estos tres hombres lo dejaron atrás en junio de 1962, en mitad de sus condenas por diversos robos, agrandando los agujeros de respiración de sus celdas y dejando cuerpos falsos en sus camas.

Lograron salir del edificio por los conductos de ventilación, escalaron la valla y construyeron una balsa con impermeables para comenzar a remar a las diez de la noche por esas gélidas aguas. La investigación concluyó que habían muerto los tres en el mar, pero ahora un nuevo giro de guión hace pensar lo contrario.

En 2013 el FBI recibió una carta firmada por alguien que decía ser John Anglin, uno de los dos hermanos fugados junto a Morris. Contaba que tenía 83 y habían sobrevivido los tres, pero que ahora estaba enfermo de cáncer.

“Si anuncian en TV que iré a prisión por no más de un año y que tendré atención médica, entonces les escribiŕe de nuevo y les dejaré saber el lugar exacto donde estoy. No es una broma”, decía. Las primeras pesquisas concluyeron que la carta podría ser legítima y obligaron a reabrir el caso.

6 Frank Abagnale: Atrápame si puedes

Otra de las fugas que Hollywood ha llevado al cine de la mano de Leonardo DiCaprio es la de este estafador internacional que en cinco años trabajó con ocho identidades diferentes y falsificó cheques por un valor total de 2,5 millones de dólares en 26 países durante la década de los 60.

Después de ser condenado a 12 años, en 1971 estaba siendo transportado a otro centro y al agente que lo acompañaba se le olvidaron sus documentos. Cuando se fue a buscarlos, él aprovechó para convencer a los guardias de que era un inspector de prisiones haciéndose pasar por un recluso.

Le dejaron hacer una llamada y al otro lado del teléfono contestó un amigo suyo en el papel de agente del FBI, diciéndoles que tenía que reunirse con Abagnale fuera. Así que lo dejaron marchar.

7 Michel y Nadine Vaujour

El marido de Nadine cumplía 28 años en una cárcel francesa y había intentado la fuga en dos ocasiones en la década de los 80, pero no se acababa de materializar. Así que ella decidió aprender a pilotar un helicóptero para sacarlo de prisión.

Michel, por su lado, pintó unas frutas para que pareciesen granadas y el día de su huida se las arrojó a los guardias y las usó como amenaza hasta llegar al tejado, donde esperaba Nadine a los mandos. Lo lograron, pero ambos fueron atrapados tiempo después. Eso sí, él todavía intentaría dos veces más fugarse en helicóptero.

8 Keith Rose, Andrew Rodger y Matthew Williams

Estos tres reclusos cumplían condena por asesinato y atentado hasta que en 1995 se fugaron de la prisión de Parkhurst, el equivalente británico de Alcatraz, situada en la Isla de Wight. Usaron para ello una llave con la que lograron abrir varias puertas para después cortar una malla, escalar la pared y tomar un taxi hasta Sandown, donde intentaron robar aviones y barcos, siendo descubiertos a los cuatro días.

9 El Chapo Guzmán

El multimillonario jefe del Cartel de Sinaloa ha protagonizado no una sino dos sonadas fugas que han catapultado su historia a la categoría de leyenda. La primera de ellas fue el 18 de enero de 2001, cuando llevaba algo menos de nueve años en la cárcel de Puente Grande, y se fue escondido en un coche de la lavandería ayudado incluso por los propios funcionarios.

La otra, mucho más mediática y elaborada, fue la que protagonizó la noche del 11 de julio de 2011 cuando desapareció de su celda de El Penal de Almoloya escapándose por un túnel de casi un kilómetro de longitud que terminaba en un edificio en construcción fuera de la prisión.

10 Pascal Payet

Este asesino francés logró fugarse también en dos ocasiones. La primera de ellas fue en 2001, cuando sus amigos lo recogieron en el tejado de la prisión usando un helicóptero, un método que usó él mismo dos años después para ayudar a otros tres compañeros a escapar.

Capturado tiempo después y sentenciado a 30 años por otro asesinado en 2005, logró liberarse de nuevo en 2007 aprovechando la celebración de la toma de la Bastilla y, cómo no, utilizando un helicóptero pilotado por cuatro enmascarados. Lo apresaron meses después cerca de Barcelona y las autoridades francesas mantienen en secreto el lugar de su confinamiento.

11 Choi Gap-bok

Este maestro de yoga usó las técnicas que dominaba para colarse entre las rejas de su celda y deslizarse a través de una pequeña ranura por donde le servían la comida en 2012. Según el informe de su fuga, tardó unos 34 segundos en conseguirlo, así que se ganó el apodo del Houdini coreano. Lo arrestaron a los seis días y volvió a la prisión, pero esta vez el hueco de los alimentos era ya mucho más pequeño.

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12 TJ Lane

Este joven estaba cumpliendo tres cadenas perpetuas por matar a tres compañeros de clase en 2012. Dos años más tarde intentó salir de prisión junto a otros dos cómplices. Para conseguirlo pasaron meses construyendo una escalera furtivamente, en un almacén cerrado, con diversos materiales. Con ella a punto escalaron un edificio y saltaron, aunque la libertad les duró unas pocas horas.

13 Richard Matt y David Sweat

El 5 de junio de 2015 estos dos hombres que cumplían condena por asesinato se escaparon del centro correccional Clinton, en Nueva York, iniciándose una de las persecuciones más largas de la historia reciente. Usaron taladros, que les llegaron escondidos dentro de hamburguesas, para traspasar las paredes de acero de sus celdas.

Se arrastraron después por túneles de servicio hasta salir del centro, no sin antes dejarles a los guardias una nota que decía “que tengas un buen día”. Tras una búsqueda de tres semanas que movilizó a cientos de agentes capturaron a Sweat y, a los dos días Matt fue localizado y asesinado a tiros.