El gran fracaso de una generación es no conseguir enseñar a nuestros padres a programar el vídeo, pero eso no implica que nuestros abuelos no vayan a aprender a usar Whatsapp. Al fin y al cabo hemos sobrevivido a la crisis (o eso dicen los datos macroeconómicos) y nada, NADA, nos va a parar.
Así, Meli se lanzó a la aventura de enseñarle a su abuela a escuchar y enviar notas de voz. Porque odiamos las notas de voz, pero si es de nuestra querida abuela, que nos ha inflado a tortitas desde nuestra más tierna infancia, estamos dispuestos a tolerarlas.
La chica podía haber hecho lo que hacemos todos cuando necesitamos aprender algo: buscar un tutorial en YouTube. Pero claro, entonces debería haberle hecho un tutorial para entrar en YouTube... y un tutorial para aprender a un tutorial -un metatutorial- es algo demasiado loco incluso para triunfar en redes.
Así que con paciencia y artesanía, hizo manualmente un manual de instrucciones de los de toda la vida, en papel, recordándonos las épocas anteriores a que las empresas decidieran limitarse a poner una web desde la que descargar el PDF.
Así que Meli, con un bolígrafo, un subrayador amarillo y mucha dedicación hizo esta artesanía que, como bien dice, debería estar en un museo.
Por desgracia, todavía no sabemos cómo se ha desenvuelto la abuela con el servicio de mensajería.