Las infidelidades causan estragos en las parejas. La persona engañada se lleva un fuerte golpe en la autoestima y lo más probable es que los celos se apoderen de ella hasta límites insospechados. Zhanna Nurzhánova, una mujer de Kazajistán, ha saltado a las portadas de los periódicos de medio mundo por la trágica y estudiada venganza que ideó contra su novio infiel.
Según el relato de los medios kazajos, ella se habría enterado de que su pareja le estaba engañando, algo que confirmó después de curiosear en su teléfono móvil y encontrar una conversación en la que el hombre confesaba a su hermana que estaba obsesionado con otra chica, así como varias fotografías de mujeres.
Decidió entonces guardar silencio y que la venganza se sirviese fría. Así, Nurzhánova, madre de dos hijos, le propuso un juego erótico y ató sus extremidades a la cama con bufandas. Fue entonces cuando le suministró los barbitúricos que adormilaron al hombre.
Una fuerte hemorragia
Con el hombre maniatado aprovechó para acusarlo de haberle puesto los cuernos con otra, golpeándole la cabeza, la cara y el cuerpo con una barra de aluminio.
Al terminar esta primera ronda, Nurzhánova le inyectó anestesia local en la zona de la ingle como una auténtica profesional y empezó a extirparle el testículo izquierdo con un bisturí. Una vez que remató le cosió la herida y siguió con el derecho.
Pero ahí la cosa se complicó. Cuando ya había empezado a cortar los puntos del otro testículo se abrieron y se generó una fuerte hemorragia. Ella, demostrando que no quería ir más allá de la castración, montó al hombre en su coche y se lo llevó al hospital de Astana, donde lógicamente fue detenida.
Podrá seguir teniendo relaciones pero no hijos
Si finalmente condenan a la mujer, los tribunales podrían pedir hasta 10 años de cárcel. Por su parte, el hombre sí podrá seguir teniendo relaciones sexuales en el futuro. Según el testimonio de Bulat Shalekenov, de la Asociación de Salud Masculina de Kazajistán, sufrió “heridas de arma blanca en el escroto y la amputación de los dos testículos”, recoge Metro.
Es decir, según el experto, “si su pene todavía está en su sitio no podrá tener hijos pero sí relaciones sexuales”. Ha explicado además que le disminuirá la líbido, cogerá peso y tendrá fatiga crónica. Todo muy alentador.
Inspirándose en Lorena Bobbit
Sin poder evitarlo, cuando topamos con casos como el de esta pareja nuestra mente viaja 25 años atrás para rememorar el caso de Lorena Bobbit y la mediática castración a su marido, que según su testimonio era un maltratador.
El 24 de junio de 1993, cuatro días después de casarse con John Wayne Bobbit, él la violó borracho al llegar a casa. Al parecer esto ya había ocurrido varias veces y Lorena se tomó la justicia por su mano.
Se levantó a la cocina, buscó el cuchillo de trinchar el pavo y fue al dormitorio. Allí destapó a John, le agarró el pene y se lo cortó. Con él en la mano, la joven que entonces tenía 22 años, montó en su coche e intentó escapar a la desesperada mientras abandonaba el miembro tirándolo por la ventanilla.