Semana que termina, repaso de la actualidad informativa en forma de memes al canto. Menos mal que existe el filtro del humor para poder digerirlo todo de una forma con menos riesgo estomacal que el habitual y recurrente cabreo.
Puigdemont ocupa de nuevo un puesto destacado en nuestro resumen, y esta vez por partida doble: su no investidura del martes y los mensajes a Comín. La Casa Real tampoco abandona la lista, esta vez con el Toisón de Oro, y se incorporan al cinco titular el duque de Alba y los Premios Goya.
El camuflaje del expresident
La inminente investidura que después no fue, pero que estaba programada para este martes sirvió para que los tuiteros jugasen con la posibilidad de que Puigdemont acudiese de tapadillo a la sede de la Generalitat. Las sugerencias no podían ser mejores:
Aunque el peor parado con todo esto ha sido el pobre Rubén:
El móvil del expresident
Sin investidura y con Ana Rosa Quintana nos enteramos de que Puigdemont tiraba la toalla. O eso, al menos, es lo que le comentaba al exconseller Comín en unos mensajes que capturaban las cámaras de Telecinco. Ante tal despropósito, no hacía falta mucho más.
Pero, entre todas las ocurrencias, queremos destacar la de este tuitero, que predijo el día anterior de la exclusiva que el móvil iba a darle muchos disgustos:
Un Toisón de Oro a lo Juego de Tronos
La princesa Leonor recibía de manos de su padre, Felipe VI, esta distinción en una ceremonia por todo lo alto. Y a los tuiteros no les hizo falta más para afilar sus cuchillos:
La exclavitud bien entendida
El duque de Alba necesitaba que alguien cuidase sus jardines del Palacio de Dueñas y creyó que lo mejor era contratar un becario y que lo hiciese gratis. La opinión pública no tardó en echársele encima, así que tuvo que retirar la oferta y explicar que algo de dinero sí que iban a cobrar. La rectificación llegó tarde, ya se había abierto la veda.
Los odiados Goya
Un amplísimo porcentaje de gente ve la entrega de los Premios Goya para poder criticar en Twitter todo lo criticable. Y, claro, esta ha sido una de las peores ediciones que se recuerdan, así que imagínense a los tuiteros.
Aunque tampoco faltaron los clásicos adaptados del momento: