No sé si sabíais que hoy ha nevado en Madrid. Sí, un 5 de febrero, en pleno invierno, han caído copos de nieve en la capital. Un notición, vaya. Lo mismo que si hubiese cuajado en Maspalomas. Este fenómeno, que viven a diario por estas épocas en otros lugares de España, ha servido para constatar que, en realidad, todos los españoles vivimos un poco en Madrid sin querer y el hashtag #NievaEnMadrid ha sido trending topic.
Las redes sociales se han inundado de estampas idílicas, pero también (no podía ser de otra manera) hay quien se ha quejado de los que colgaban fotos y quien se queja de los que se quejan de que suban fotos. También los que estaban preocupados por poder volver a casa, los que han sacado a relucir su mejor humor negro entre tanto blanco e, incluso, aquellos que nunca antes habían visto nevar. Benditos sean.
M. Rajoy y su selfie en la Moncloa
Aunque tardó más que la mayoría de tuiteros, Mariano Rajoy también quiso inmortalizar el momento y no dudó en sacarse un selfie en los jardines del Palacio de la Moncloa. Un selfie que no vimos, pero lo que sí hemos visto la foto del presidente sacándoselo:
Y, a la vista está, la estampa estaba predestinada a los memes, como casi todas las de Rajoy haciendo cosas cotidianas:
Los haters de la nieve
Tener el Twitter lleno de nieve no debería de cabrear a nadie, pero parece que a la gente también le molesta que a Twitter no se vaya únicamente a despotricar, no vaya a ser que pierda su esencia:
Pero ojo, que también ha habido quien ha defendido que los tuiteros -aunque fuese solo por un día-, tuiteasen cosas bonitas:
Porque, además, ¿quiénes somos nosotros para sacarle la ilusión a aquellos que nunca habían visto la nieve en vivo y en directo?
Una gran bola de memes
Como toda excusa es válida en este país para hacer humor, y podemos hasta pegárselo a los noruegos, también la nevada nos ha servido para eso:
Aunque hubo quien puso un poco de coherencia y pensó en que, a lo mejor, la nieve tenía consecuencias no tan bonitas como en las fotos:
Oh, blanca capital
Pero si algo ha quedado patente en el día de hoy es que Madrid, si ya suele ser bonita de por sí, con un manto blanco está preciosa: